NASA
La cápsula de retorno de la nave 'Osiris-Rex' de la NASA llegó a la Tierra de forma controlada con 250 gramos de muestras de polvo y roca del asteroide Bennu.
La NASA ha conseguido traer a la Tierra una muestra de un asteroide por primera vez en su historia. Los científicos esperan que este logro proporcione información única sobre el origen de la vida y sobre la formación del sistema solar.
La cápsula de la NASA contiene las muestras del asteoide Bennu. Aterrizó a las 08:52 horas, hora local, en el desierto de Utah, en Estados Unidos poniendo fin a un viaje de siete años. El momento más emocionante se produjo cuando se desplegó el paracaídas, de aproximadamente 81 por 50 centímetros.
Cuatro horas antes de su aterrizaje, la nave nodriza Osiris-Rex liberó la cápsula en el espacio, a una distancia de exacta de 102.000 kilómetros de nuestro planeta, y puso rumbo a otro asteroide llamado Apofis y que estudiará durante los próximos años. Tras su llegada, los científicos de la NASA se llevarán la cápsula a una sala hermética, libre de otra molécula, en una base militar cercana.
Se trata de la primera vez que la NASA consigue traer a la Tierra las muestras de un asteroide. La misión, bautizada como 'Osiris-Rex', espera haber recolectado 250 gramos de restos del asteroide Bennu, aunque los científicos no lo sabrán con certeza hasta que abran la cápsula dentro de dos días.
Los expertos creen que Bennu contiene moléculas que se remontan a la formación del sistema solar hace 4.500 millones de años y que podría arrojar luz sobre preguntas que han intrigado a la humanidad durante siglos, como el origen de la vida y del propio sistema solar.
La NASA escogió Bennu porque es rico en moléculas orgánicas y podría ayudar a responder una de las grandes incógnitas: ¿Cómo consiguió la Tierra tener una abundancia de moléculas orgánicas y agua líquida? Se cree que esas moléculas podrían haber llegado a nuestro planeta a bordo de meteoritos. Por ello, analizarlo podría servir para comprobar esa hipótesis.
Se cree que Bennu se formó a partir de fragmentos de un asteroide mucho más grande tras una colisión. El asteroide mide medio kilómetro de ancho, aproximadamente la altura del Empire State Building, y su superficie negra y rugosa está llena de rocas grandes. Además, existe la hipótesis de que Bennu colisione con la Tierra en 159 años y, aunque esta posibilidad es de solo un 0,057 %, esta misión de la NASA también serviría para ver cómo cambiar la trayectoria del asteroide si fuera necesario.
El viaje hacia Bennucomenzó en 2016, cuando la nave 'Osiris-Rex' despegó del centro de la NASA en Cabo Cañaveral, en Estados Unidos. Llegó a Bennu en 2018 y, después de pasar dos años volando alrededor del asteroide, la nave se acercó a la superficie con su aspiradora de tres metros.
Sin embargo, recolectó tanto material que la cápsula no podía sellarse correctamente y algunas rocas quedaron atrapadas alrededor del borde de la tapa, perdiéndose en el espacio. Pese al incidente, en mayo de 2021, la nave 'Osiris-Rex' emprendió el viaje de regreso a la Tierra con la misión de entregar a la NASA la cápsula que contiene los restos de Bennu.