Coronavirus
Los investigadores de Cambridge lo tienen claro para frenar la expansión del coronavirus: además de guardias jurados, equiparían tiendas y supermercados con puertas inteligentes que se cerrarían automáticamente cuando el aforo permitido esté cubierto. De este modo se acabarían los comercios abarrotados.
Otra receta para prevenir el coronavirus: bajarle el volumen de la música sobre todo en tiendas de ropa. Así, podríamos hablar manteniendo las distancias.
En pastelerías o tiendas de chucherías, Cambridge recomienda el uso de pinzas en todas las tiendas.
Entre sus ideas más originales para frenar el coronavirus: que en los parques todo el mundo circule en la misma dirección, sugieren el sentido de las agujas del reloj. También apuesta por una pulsera con alarma que vibraría para avisarnos cada vez que nos fuéramos a tocar la cara