Coronavirus
El confinamiento por el coronavirus ha paralizado a la población del planeta y eso ha provocado un efecto extraordinario: la Tierra ha temblado mucho menos. Es lo que han registrado los sismólogos, que han podido captar mejor los ruidos naturales del Planeta.
En la sala de alertas de la Red Sísimica Española se comprueba que, sin millones de personas caminando, coches circulando y fábricas en marcha, las vibraciones de la Tierra han bajado.
El mínimo en España se produjo en las fechas de Semana Santa, cuando se decretó la paralización de las actividades no esenciales. E incluso es diferente en algunas comunidades autónomas, ya que depende de la fase en la que se encuentre.
Gracias al ruido sísmico es fácil averiguar si se está cumpliendo el confinamiento o no. Depende de la cantidad de personas que estén caminando o de los coches que circulen. Lo claro es que la Tierra ha vivido una extraordinaria e histórica quietud.