Ciencia

Investigadores de Estados Unidos logran el primer trasplante de dos riñones de cerdo a un ser humano

Un grupo de investigadores de Alabama (Estados Unidos) ha conseguido trasplantar dos riñones de cerdo modificados genéticamente a un ser humano que se encuentra en muerte cerebral.

Hace tan solo una semana, el mundo se hacía eco del primer trasplante de un corazón de cerdo a un ser humano, una operación pionera que suponía un paso histórico para la ciencia. Tan solo unos pocos días después, se ha sabido de un nuevo trasplante inédito también con órganos del mismo animal, al haberse trasplantado dos riñones de cerdo en un ser humano, algo nunca hecho hasta ahora.

La operación ha sido realizada por un grupo de investigadores de la Universidad de Alabama (Estados Unidos), que ha publicado un estudio sobre este su trabajo, en el cual explican que el trasplante fue realizado a un hombre que se encuentra en muerte cerebral, y con unos riñones pertenecientes a un cerdo, pero que habían sido modificados genéticamente en un laboratorio.

Esta operación, histórica al tratarse de la primera vez que es realizada, abre la vía para que los futuros trasplantes también acojan órganos procedentes de animales con los cuales aún no se han experimentado, toda una revolución en lo que a la ciencia se refiere, y que, en base a las últimas novedades científicas, está suponiendo todo un éxito.

Vía ante la falta de órganos humanos

Los trasplantes de órganos como corazones o riñones se encuentran a día de hoy en una situación delicada, puesto que hay escasez de los mismos en todo el planeta, y en algunas ocasiones, resulta imposible de conseguir un órgano que se adecúe a las características del cuerpo al que se va a realizar el trasplante.

Por ese motivo, los científicos han visto una solución en los animales, a los cuales consideran como posibles 'sucesores' de cara a los trasplantes venideros, tal y como ha sucedido ahora con los cerdos. A pesar de que las futuras investigaciones deben presentar resultados concluyentes, las actuales dan motivos para pensar de forma optimista de cara al futuro.

Cabe destacar que muchos de los fármacos o vacunas que son administrados a los seres humanos son previamente administrados en roedores, por lo que el contacto entre los seres humanos y los animales podría ser mucho más cercano en los años próximos.

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