PRIMERAS IMÁGENES
Era casi imposible descubrirlos. Ocultos a 800 metros bajo tierra, los cristales de yeso de la Cueva de Naica, en México, han pasado desapercibidos durante siglos. Pero hace unos meses, después de muchas investigaciones, un equipo de cristalógrafos dio con ellos.
Trabajaron en condiciones muy duras, temperaturas de 50 grados y una humedad del 90 por ciento. Tan sólo podían entrar en la cueva ocho minutos cada día, debido a sus condiciones inhóspitas.
Ahora acaba de grabarse un documental. Los descubridores quieren compartir con el mundo uno de los secretos de las entrañas de la Tierra.