el estudio se acaba de publicar en la revista 'Scientific Reports'
Un estudio de investigadores españoles, ingleses y del Estado de Utah (Estados Unidos) ha permitido la identificación de un nuevo dinosaurio procedente del citado territorio norteamericano, trabajo desarrollado en el marco de un proyecto de investigación del Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad español (proyecto DINOTUR).
El Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón ha explicado en una nota de prensa que el estudio se acaba de publicar en la revista 'Scientific Reports', que pertenece al grupo Nature. En él, se describen varios hitos, como la definición de un nuevo género y especie de dinosaurio saurópodo --cuadrúpedo, con el cuello y cola largos y el cráneo pequeño-- y la identificación del grupo Turiasauria por primera vez en Norteamérica.
Además, señala la atribución de un segundo saurópodo norteamericano ya conocido, Moabosaurus, al grupo de los turiasaurios y la interpretación del hallazgo de saurópodos turiasaurios en el continente americano, que han resultado ser los más modernos conocidos hasta el momento.
El Ejecutivo autonómico ha detallado que los fósiles recuperados --del cráneo, dientes, vértebras del cuello, dorso y cola, huesos de las cinturas escapular y pélvica, y huesos de sus extremidades delanteras y traseras, incluidos de las manos y de los pies-- permiten afirmar que el ejemplar con el que se ha definido Mierasaurus se trata del dinosaurio saurópodo más completo conocido del Cretácico de Norteamérica.
Además, Mierasaurus y Moabosaurus son los saurópodos con caracteres más primitivos del continente norteamericano. La longitud de Mierasaurus, estimada entre 10 y 12 metros, es mucho menor que la de sus parientes europeos --que podrían superar los 25 metros de longitud--.
El Mierasaurus convivió en los mismos ecosistemas que el ornitópodo Iguanacolossus, un dinosaurio acorazado todavía no descrito, pequeños 'raptores' --dinosaurios carnívoros-- emplumados, como Yurgovuchia, y grandes terópodos alosáuridos.
El ambiente interpretado para el yacimiento de Mierasaurus sería el de una planicie con charcas --similares a ciénagas-- y con escasa vegetación formada por equisetos y helechos.