EN EL CERCADO OSERO DE SANTO ADRIANO
El personal de la Fundación Oso de Asturias que atiende el cercado osero de Santo Adriano ha descubierto esta mañana, en el encame de paja donde había dormido la osa Tola la noche anterior, el cadáver de un osezno recién nacido. El osezno tiene un peso de 330 gramos y aparentemente ha fallecido por aplastamiento causado por la madre.
Según ha informado el Gobierno regional, la osa Tola no había dado los días anteriores ninguna muestra de comportamiento anormal y, como es habitual en su especie, no había forma de percibir su estado durante el periodo de gestación. "Nada hacía pensar que Tola estuviera preñada a lo largo de estos meses en que ha sido revisada con frecuencia por servicios veterinarios dados sus problemas de movilidad, por los que ha estado sometida a vigilancia y a tratamiento", señalan las mismas fuentes.
Con ocasión de su enfermedad, se había calificado a Tola como una osa geriátrica y de edad avanzada, 23 años, por lo que puede llamar la atención su maternidad. Sin embargo, es preciso aclarar que esta especie tiene capacidad reproductora hasta su muerte.
Las osas Paca y Tola habían estado sometidas a un plan de cría en cautividad, bajo seguimiento del Grupo de Investigación en Técnicas de Reproducción Asistida de la Facultad de Veterinaria de León (ITRA-ULE). Sólo Tola se había mostrado receptiva al macho Furaco, traído desde el Parque de la Naturaleza de Cabárceno para este fin.
Este plan de cría comenzó en la primavera de 2008, y después de tres campañas consecutivas sin éxito reproductor, en 2011, los técnicos consideraron que era muy improbable la reproducción y el plan se dio por finalizado. Aun así los cuidadores del cercado estuvieron atentos a las aproximaciones de Furaco, comprobando que en la primavera pasada apenas se produjeron acercamientos entre el macho y la osa Tola.
A estas horas, Tola permanece aislada en la cuadra del cercado, sometida a observación como medida preventiva dado que las osas pueden parir más de un osezno en la misma camada, siendo lo habitual entre uno y tres oseznos.