Energía nuclear
Los fans de la saga Spider-Man, que protagonizó Tobey Maguire, recordarán con todo detalle como el doctor Otto Octavius, llamado posteriormente 'Doctor Octopus' tras convertirse en villano, apostaba por llevar a cabo el arriesgado experimento de la fusión nuclear. En su experimento, podía verse una figura idéntica al Sol que el propio científico reseñaba, al decir la frase "El poder del sol, en la palma de mi mano". Lo vimos en una película de ciencia ficción que, sin embargo, podría ser real muy pronto.
La empresa TAE Technologies, financiada por Google, y con sede en California (Estados Unidos), ha creado un reactor, llamado Norman, con el cual pretende producir energía a través de la fusión nuclear, una rama de la energía nuclear que aún permanece en experimentación. Numerosas empresas, principalmente Google y la petrolera Chevron, han contribuido a este proyecto con un total de 1.200 millones de euros, y que muestra el interés por lograr una energía más limpia y libre de posibles accidentes nucleares como los ocurridos en Chernóbil o Fukushima.
El reactor de TAE Technologies ha conseguido estabilizar su plasma hasta conseguir una temperatura de 75 millones de grados centígrados en su interior. Para producir energía por medio de fusión nuclear, se requieren temperaturas cercanas a los 100 millones de grados, por lo que el objetivo está cerca de cumplirse, o incluso, podría llegar a ser una realidad con una cifra de entre 75 y 90 millones de grados si los procesos de experimentación dan resultados favorables.
¿Qué diferencia a la fusión nuclear de la fisión nuclear?
Hasta ahora, todos los reactores nucleares del mundo producen energía mediante la llamada fisión nuclear. Esta consiste en dividir un núcleo en algunos más pequeños, mientras la fusión nuclear se dedica a lo contrario, que es tratar de unirlos. La fisión nuclear, la misma que provocó el accidente de Chernóbil, ha sido muy criticada por la gran dependencia que se tiene de los combustibles fósiles y los residuos radiactivos, que pueden llegar a provocar graves problemas en la salud y el medioambiente.
La fusión nuclear, en cambio, sería más beneficiosa por dos partes. La primera, consistiría en que apenas podrían utilizarse recursos naturales y ningún combustible fósil, por lo que, si llega a estabilizarse como fuente de energía, podría ser considerada una fuente de energía renovable. La segunda, porque no produce residuos radiactivos, lo cual hace que la energía sea limpia, sostenible y no haga temer consecuencias de su uso con el paso de los años.
El requisito fundamental para poder utilizar la fusión nuclear es la seguridad. Para producirla, hay tres elementos fundamentales: hidrógeno, deuterio y tritio. A partir de ellos se genera una temperatura de millones de grados, por la cual es imprescindible blindar el reactor para evitar que explote. Si eso ocurriera, podría provocar un incendio devastador en el mejor de los casos. No obstante, la probabilidad de que esto ocurra es casi nula, dado que los reactores creados para la fusión nuclear están protegidos con materiales muy seguros. Con todo ello, el año 2030 arroja una posible fuente de energía para el mundo, y que podría estar destinada a ser de las más empleadas por el ser humano.