SEGÚN UN ESTUDIO DE UNA UNIVERSIDAD AUSTRALIANA
Los patrones distintivos de la función cerebral que se producen cuando los seres humanos están en reposo están vinculados a la estructura física de sus cerebros, según un estudio publicado hoy por una universidad australiana.
"La forma del cerebro importa del mismo modo en que importa la precisión de la forma que tiene la madera de un violín Stradivarius para producir un sonido exquisito", señaló Joel Pearson, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, autor del estudio.
El complejo trabajo matemático para analizar los datos cerebrales demostró que "la actividad del cerebro resuena dentro de las estructuras anatómicas precisas del mismo para producir las oscilaciones que observamos en estado de reposo", acotó Pearson.
Hasta hace poco no se podía explicar porqué las personas que estaban echadas en los escáneres cerebrales, sin pensar en nada en concreto o sin tener una actividad física, registraban patrones espontáneos de actividad cerebral.
Según un comunicado del centro educativo Pearson, profesor asociado de la Universidad de Nueva Gales del Sur, dijo que la investigación que lidera no solo explica esta aparición espontánea, sino que además provee de "una nueva técnica para analizar la enorme cantidad de datos generados por la actividad cerebral".
También "abriría las puestas para diagnosticar desórdenes de la conciencia mediante el entendimiento de patrones muy complejos de la actividad cerebral asociados con el hecho de estar consciente", agregó Pearson, quien trabajó junto a Selen Atasoy e Isaac Donnelly, todos de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
En el estudio, los investigadores se valieron de los datos recogidos a través de las imágenes de resonancia magnética (MRI) y de imágenes por resonancia magnética con tensores de difusión (DTI) para construir mapas tridimensionales de las estructuras de los cerebros de diez personas.
El MRI dio información sobre la estructura de la corteza cerebral y el DTI proporcionó un mapa anatómico de las conexiones subyacentes de la materia blanca en el cerebro, de acuerdo a este estudio publicado en la revista científica "Nature Communications".
El equipo multidisciplinario de científicos analizó los mapas cerebrales apoyándose en los estudios de las ondas armónicas, que describen las vibraciones naturales de un sistema en el que todas las partes se mueven juntas con la misma frecuencia.
"Curiosamente se cree que las mismas ondas armónicas pueden explicar otros fenómenos de organización propia en la naturaleza como son los patrones que forma la arena cuando está en una placa vibratoria de metal o el desarrollo de patrones biológicos como las rayas de un tigre o las manchas de los leopardos", remarcó Pearson.