Ciencia
La ciencia puede considerarse como el mejor motor del progreso. La cura de enfermedades, la creación de tecnologías más eficientes y sostenibles o la respuesta a preguntas universales son fruto del trabajo de científicos e investigadores. A veces, experimentos y preguntas aparentemente absurdas pueden dar resultados provechosos y útiles para la vida de las personas. Un ejemplo de ello es el trabajo publicado este lunes Scientific Reports expertos de la Universidad de Lancaster.
¿Qué le pasaría a una figurita de Lego si se enfriase casi hasta ese límite? Esa es la pregunta que se formularon este grupo de científicos británicos. El estudio se basó en el enfriamiento de una figurita y cuatro bloques de Lego hasta 1,6 miligrados por encima del cero absoluto. Se trata de una temperatura 200.000 veces más fría que la media de una habitación y 2.000 más fría que el espacio profundo. Los resultados fueron "sorprendentes".
El material de la famosa marca, al llegar a esta temperatura, adquiere propiedades que "podrían ser útiles en el desarrollo de la computación cuántica", según un comunicado de la universidad británica. Es decir, el estudio evidenció que este material se trata de un aislante térmico "extremadamente bueno a temperaturas criogénica", según el director de la investigación, Dimitry Zmeev.
El resultado obtenido tras el enfriamiento de las piezas de Lego supone una aplicación práctica en el trabajo de la física y la ingeniería experimental moderna. El uso de estructuras de plástico ABS (acrilonitrilo butadieno estireno), como en las piezas de juguete, en lugar de los materiales sólidos que se emplean en la actualidad, significa que cualquier aislante térmico futuro podría ser producido a un coste significativamente reducido.