PRÁCTICAMENTE IDÉNTICA A LA TIERRA
La Luna podría haberse formado a partir de varias colisiones de objetos contra la Tierra durante millones de años, que habrían producido lunas más pequeñas que con el tiempo se habrían unido para formar una única luna, según un nuevo estudio en el Instituto de Ciencia Weizmann, publicado en la revista Nature Geoscience.
Según informa Weizmann Wonder Wander, las investigaciones de Raluca Rufu y el profesor Oded Aharonson del Instituto Weizmann y el Departamento de Ciencias Planetarias señalan que las teorías aceptadas relativas formación de la Luna dependen de las condiciones iniciales muy específicas, como es el caso de una colisión con un objeto de un determinado tamaño a una velocidad definida, que golpearía la Tierra en un ángulo específico.
Así, los científicos defienden que varios análisis químicos de la Luna, en base a muestras tomadas por astronautas, revelan que es prácticamente idéntica a la Tierra, es decir, que no hay evidencia de la gran masa que habría golpeado a la Tierra.
Según Rufu y Aharonson, junto al doctor Hagai Perets del Technion - Israel Institute of Technology, cuerpos más pequeños habrían sido más frecuente en el sistema solar y, por lo tanto, las colisiones con los objetos más pequeños habrían sido más probables.
Sin embargo, creen que pequeñas colisiones a alta velocidad también podrían haber extraído más material de la Tierra que un solo impacto grande. Para probar este escenario, el grupo de investigación llevó a cabo alrededor de 800 simulaciones de impacto en el Instituto Weizmann de Ciencia de clúster Chemfarm.
"Estamos realizando otras simulaciones para tratar de entender cómo las lunas más pequeñas producidas en estas simulaciones podrían haberse unido para formar la Luna", apunta Aharonson.