Parecidos razonables
Un estudio revela la razón biológica por la que todos tenemos un doble en el mundo.
"Todos tenemos un doble", puede que esta frase cobre ahora más sentido tras la publicación de un artículo sobre el parecido entre individuos que no están emparentados. La investigación, publicada en la revista 'Cell Reporters', demuestra por primera vez la razón biológica de las similitudes entre personas que no son familia.
¿Por qué tenemos un doble?
Los científicos desvelan que tener un doble en alguna parte del mundo es cada vez más probable dado que la población humana es actualmente de 7.900 millones de personas. De acuerdo a los investigadores esto ocurre porque se comparten fragmentos de ADN.
"Curiosamente, los gemelos monocigóticos comparten rasgos faciales casi idénticos y la misma secuencia de ADN, pero pueden mostrar diferencias en otros parámetros biométricos. La expansión de la red mundial y la posibilidad de intercambiar imágenes de seres humanos en todo el planeta ha aumentado el número de personas identificadas en línea como gemelos o dobles virtuales que no están relacionados con la familia. Estos individuos comparten genotipos similares y difieren en la metilación de su ADN y en el paisaje del microbioma", detalla el estudio.
Para llevar a cabo la investigación los autores reclutaron a un grupo de 'gemelos' humanos a partir del trabajo fotográfico de François Brunelle, un artista canadiense que desde 1999 retrata a personas parecidas en todo el mundo. "Obtuvimos fotografías de rostros de 32 candidatos a parejas parecidas. Utilizamos tres métodos diferentes de reconocimiento facial, y lo que es más importante, descubrimos que 16 de los 32 pares originales (50 %) se parecían a los tres sistemas de reconocimiento facial", apuntan los expertos.
Asimismo, el parecido entre las parejas humanas identificadas no se limitó solo a rasgos faciales sino que los participantes reclutados también compartieron similitudes en cuanto al estilo de vida. "Los rasgos físicos como el peso y la altura, así como los rasgos conductuales como el tabaquismo y la educación, se correlacionaron en pares parecidos, lo que sugiere que la variación genética compartida no solo se relaciona con la apariencia física compartida, sino que también puede influir en los hábitos y el comportamiento comunes", advierten.
Podría aplicarse en otras áreas
Por esta razón dicho estudio abre la puerta para investigar y diagnosticarenfermedades genéticas como el alzhéimer o la diabetes. "Estos hallazgos proporcionan una base molecular para futuras aplicaciones en varios campos, como la biomedicina, la evolución y la ciencia forense", añaden los investigadores.