Descubrimientos
Los científicos han descubierto que las bacterias de una cepa poco común de infecciones de oído son las mismas que infecciones oculares y gracias a ello y otras muestras se han descubierto fagos que las atacan y matan.
Hace unas semanas se descubría que un estudio había descubierto que la transferencia de genes de resistencia a los antibióticos entre diferentes bacterias se estaba extendiendo más de lo que se pensaba. Ahora, la CNN ha llevado a cabo una investigación sobre cómo los científicos podrían tener una respuesta a esta crisis que se prevé agravada en el año 2050.
Dwayne Roach es profesor adjunto de Bacteriófagos, Enfermedades Infecciosas e Inmunología de la Universidad Estatal de San Diego y ha declarado que estas superbacterias multirresistentes "pueden causar infecciones durante meses, años y a veces décadas".
Para explicar de qué se habla cuando se dice "superbacterias", en este caso, el medio expone el problema de Cynthia Horton, de 61 años, que sufre de dolores de oído que son "una pesadilla": "Me despierto con un dolor horrible, como si me estuvieran haciendo una endodoncia sin anestesia", asegura y señala que en ocasiones, cuando se incorpora, su oído supura de la infección e incluso "rezuma sangre".
Horton sufre de lupus y su sistema inmunitario está debilitado por la lucha contra esta enfermedad y, además, ha quedado devastado por la radiación y quimioterapia que tuvo debido a un tumor canceroso en el oído. Ahora, las infecciones de oído se han convertido en rutina diaria. Antes, asegura que se aliviaba con los antibióticos pero que con el paso de los años las bacterias residentes en su oído se han vuelto resistentes a éstos y que por lo tanto ya no nota ningún descanso de dolor.
Los médicos, según CNN, han propuesto resolver este caso con unos virus pequeños con aspecto de trípode que se llaman fagos. Sirven para encontrar, atacar y engullir bacterias. Esta podría ser una posible solución ya que han salvado la vida de pacientes que morían por infecciones de superbacterias y ahora se usan en ensayos clínicos como posible solución a la crisis de estas bacterias que se esperaba que matasen a muchas personas. En concreto, Steffanie Strathdee, epidemióloga de Enfermedades Infeccionas y coordinadora del primer centro dedicado a la terapia de estos fagos en Estados Unidos (Centro de Aplicaciones y Terapéuticas Innovadoras de Fagos), alegaba que la estimación era que "para 2050, 10 millones de personas al año -es decir, una persona cada tres segundos- van a morir por una infección de superbacterias".
En Estados Unidos se producen cada año más de 2,8 millones de infecciones que resultan resistentes a los antibióticos y esto suponía una "amenaza urgente para la salud pública mundial" que ya causaban la muerte de 5 millones de personas en todo el mundo, según estadísticas de 2019 de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Buscar una solución para el oído de Horton inició un experimento que consistía en ver si sus bacterias del oído podrían ayudar a los científicos a encontrar fagos que tratasen también las infecciones oculares: esto se debe a que en 2022 aparecieron casos graves de infecciones oculares que eran resistentes a antibióticos. El culpable: una cepa poco común de Pseudomonar aeruginosa resistente a los medicamentos que nunca se había identificado en EE.UU, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades.
Las bacterias resistentes del oído de Horton eran de la misma cepa que la de las infecciones oculares. Con esas bacterias y otras muestras, los científicos del Centro de Aplicaciones y Terapéuticas Innovadoras de Fagos se pusieron a trabajar y encontraron más de una docena de fagos que atacaban con éxito a estas bacterias.