Bola de fuego
La bola de fuego sobrevoló el centro de la Península el pasado 31 de julio.
Los detectores del proyecto SMART, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, detectaron el paso de la bola de fuego desde los observatorios astronómicos de Sevilla, La Sagra (Granada) y La Hita (Toledo) el pasado 31 de julio. Llegó a alcanzar una velocidad de 210.000 km/hora. Según el análisis del investigador del proyecto SMART, José María Madiedo, la impresionante bola de fuego protagonizada por esta perseida sobrevoló las comunidades de Castilla y León, Madrid y Castilla La Mancha a las 23:18 horas.
¿Cómo ocurrió?
Este suceso se ha producido con motivo de la entrada en la atmósfera terrestre de un fragmento desprendido del cometa Swift-Tuttle. Gracias a su brillo pudo verse desde más de 400 kilómetros de distancia. Este fenómeno luminoso comenzó a una altitud de 139 kilómetros sobre el noroeste de Ávila. Desde ese punto continuó en dirección suroeste, atravesó la Comunidad de Madrid y se extinguió a unos 81 kilómetros de altitud sobre la provincia de Toledo. La distancia en total que recorrió fue de alrededor de 209 kilómetros.
¿Qué hacen los detectores del proyecto SMART?
Los detectores del proyecto SMART operan en el marco de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (SWEMN). Su principal objetivo es monitorizar elcielo de manera continua con la finalidad de registrar, y así poder estudiar, el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas que proceden de distintos objetos del Sistema Solar.
También se detectó una bola de fuego el 24 de julio
No es la primera vez que tiene lugar un suceso así. El pasado 24 de julio, los detectores del proyecto SMART, desde los observatorios astronómicos de Andalucía, Castilla La Mancha y Madrid, registraron el paso de una bola de fuego sobre el centro y sur de España a una velocidad de 75.000 km/hora. Ocurrió al entrar en la atmósfera terrestre una roca que procedía de un asteroide a una velocidad de unos 75.000 kilómetros por hora sobre el sur de la provincia de Ciudad Real. La bola de fuego se detectó desde los observatorios astronómicos de Sevilla, Cerro Negro (Sevilla), La Hita (Toledo), Calar Alto (Almería) y La Sagra y Sierra Nevada (Granada) y Madrid.