NASA
Elena Ceballos, investigadora española, participa en el proyecto de la NASA 'Ocean Twilight Zone'.
Cerca de 150 científicos de la NASA estudian las profundidades del océano para conocer los niveles de oxígeno en el futuro, entre ellos, una española: Carmen
Expedición marina
Para la expedición se han destinado 150 científicos, 3 barcos y 70 instrumentos de alta generación que exploran los lugares a los que no puede llegar la luz del sol. Entre los investigadores se encuentra la española, Elena Ceballos.
La labor de la investigadora de la Universidad de Sevilla, dentro de la misión 'Ocean Twilight Zone', financiada por la NASA y desarrollada en el Atlántico Norte, ha consistido en estudiar la zona crepuscular marina, que es la clave para la producción de oxígeno en la Tierra. "El aparato que yo he utilizado es un robot autónomo que podemos mandar hasta una profundidad de 2.000 metros", explica.
El mayor pulmón del planeta
La franja marina donde la luz no es capaz de llegar supone aproximadamente el 60% de la superficie del planeta. El mayor pulmón del planeta debido a su gran extensión y a su diversidad de especies. Por ello, conocer los niveles futuros de oxígeno resulta tan importante para predecir, entre otras cosas, cómo se almacenará el carbono orgánico a largo plazo o los efectos del cambio climático.
Los océanos absorben el 30% del dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. Primero, el CO2 se disuelve en la superficie del agua y después la circulación oceánica lo trasporta al fondo marino, donde se acumula a lo largo del tiempo.
Impacto en la fauna marina
Sin embargo, los expertos alertan que ya se están observando las primeras consecuencias del exceso de CO2 en los océanos. Las más evidentes: la subida del nivel del mar, la acidificación de las aguas y los impactos en la fauna marina.