Asteroide
Dos investigadores de la Universidad de Alicante y la Universidad de Barcelona forman parte de en un equipo internacional de astrónomos europeos que ha detectado un asteroide ubicado en el cinturón principal, entre Marte y Júpiter, y cuyo tamaño oscila entre los 100 y 200 metros de diámetro, mediante la observación del telescopio espacial James Webb
El descubrimiento es un asteroide de tamaño muy reducido, posiblemente el más pequeño de los detectados por este observatorio, y que era desconocido hasta la fecha. En la investigación han trabajado, de forma conjunta investigadores del telescopio espacial James Webb (JWST), la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense (CSA).
Entre los investigadores están Toni Santana-Ros, de la Universidad de Alicante y de la Universidad de Barcelona; y Przemysław Pawel Bartczak, de la Universidad de Alicante. También han participado A. Mickiewicz (Polonia); T. G. Müller y S. Kruk, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (Alemania); M. Micheli, del Centro de Coordinación NEO de la ESA (Italia), y D. Oszkiewicz, de la Universidad A. Mickiewicz (Polonia).
Este avance es una noticia muy positiva para la comprensión de la formación y la evolución del Sistema Solar, especialmente al tratarse de un objeto pequeño, ya que su investigación resulta más complicada que la de los de mayor tamaño. La principal novedad de esta investigación es el empleo de una nueva técnica, capacitada para detectar y caracterizar objetos pequeños, gracias a los datos generados por este telescopio, que se basa en longitudes de ondas infrarrojas. Inicialmente, los investigadores no podían definir la dimensión y la lejanía del descubrimiento; y la combinación de medidas de posición ha sido determinante para poder definir la distancia al objeto y su tamaño.
"Hemos detectado, de forma inesperada, un pequeño asteroide en las observaciones de calibración MIRI disponibles al público", indica Thomas Müller, astrónomo del Instituto Max Planck de Física Terrestre, en Alemania. Toni Santana Rosa, investigador de Física Aplicada a las Ciencias y las Tecnologías de la Universidad de Alicante (UA) explica que la detección de un cuerpo pequeño como éste en telescopios ópticos terrestres "sería necesario utilizar más de una hora de observaciones de los telescopios más grandes disponibles y que esta limitación se ha esquivado". Con el Webb, el telescopio más grande y potente jamás lanzado al espacio, el objeto es visible con unos pocos minutos de observación.
El objetivo de las observaciones del telescopio James Webb, inicialmente, no era el de detectar nuevos asteroides, pues aportaba imágenes de calibración del asteroide del cinturón principal, denominado 10920. El equipo de calibración avistó ciertos fallos y buscó nuevas técnicas, que permiten restringir la órbita de un objeto y estimar su tamaño.
Este método fue validado mediante las observaciones de MIRI, que fueron combinadas con los datos del telescopio terrestre y aquellos recogidos en la misión Gaia de la ESA. En este proceso de análisis de datos, los investigadores han detectado, en el campo de visión, un asteroide de tamaño muy inferior al 10920. Forma parte de un Sistema Solar en el que se conocen más de 1,1 millones de cuerpos rocosos.