en el desierto de Néguev
Imagínese la cara de Jesucristo. ¿La tiene ya? Me aventuro a decir que se ha imaginado a una persona con la tez morena, el pelo largo, oscuro, y con barba. Pues bien, esa imagen puede que cambie a partir de ahora, ya que arqueólogos de la Universidad de Haifa, en Israel, han hallado la que parece ser una de las imágenes más antiguas de Jesús.
El hallazgo ha sido en una antigua iglesia bizantina de Shivta, en el desierto de Néguev, en el sur del país, según recoge la revista Science Alert.
La pintura muestra a un Jesús muy diferente al que estamos acostumbrados: lleva el pelo corto y rizado, estilo 'afro', y no hay ningún vestigio de barba. Además, su nariz es más alargada.
Aunque los datos son aún confusos, se cree que el dibujo tendría más de 1.500 años. El paso del tiempo ha provocado que la imagen no esté bien conservada, pero un grupo de expertos ha tratado de reconstruir los trazos.