tendrían unos 8.000 años de antigüedad
Un nuevo conjunto de pinturas rupestres "de una importancia trascendente y de un valor extraordinario" ha salido a la luz en Mas de Barberans (Tarragona), aunque su descubrimiento data de hace más de diez años. Según ha informado este miércoles el jefe de la sección de Información y Estudios del Servicio de Arqueología y Paleontología de la Generalitat, Josep Castells, el conjunto pictórico se encuentra en el barranco de Montpou, en el término municipal de Mas de Barberans.
En cuanto a la cronología, podrían situarse entre el pospaleolítico y el neolítico y, por tanto, tendrían unos 8.000 años de antigüedad. Se trata de un abrigo orientado al sureste de unos 10 metros de longitud, de 0,70 centímetros y 1 metro de profundidad y 1 metro de altura.
El panel pintado ocupa una franja larga y estrecha de unos 3 metros de longitud por 0,40 de ancho, situado en la parte más alta de la pared del abrigo. En total, se identifican 69 figuras de estilo levantino o naturalista: 27 arqueros, cuatro figuras humanas, dos huellas, tres cabras, una bolsa, tres arcos y flechas, un personaje particular, un antropo-zoomorfo, un jabalí, un cuadrúpedo y varios trazos y restos de morfología indeterminadas. De entre las diferentes figuras, destacan dos hileras de arqueros orientados a la izquierda y en carrera, así como varios animales y huellas, que forman una posible escena de caza.
"Se trata de un hallazgo único y tipológicamente se trata de figuras que no se tienen casi documentadas en Cataluña y menos de la manera que se tienen aquí. Una hilera de guerreros, todos con sus flechas, puestos en fila, es una escena espectacular y única", ha detallado Castells. Los arqueros llevan arcos, flechas y presentan un atuendo variado, plumas y diversos adornos a lo largo de su cuerpo; el grupo de arqueros de la hilera superior es el más numeroso, unos 20, y de mayor tamaño.
En la parte inferior, debajo de las piernas de los arqueros más grandes, hay otro grupo de cinco arqueros más pequeños; entre los arqueros de la hilera superior también se observa un personaje particular de apariencia mitológica y sobrenatural, con una gran cabeza de forma elipsoidal. En la base del panel pintado, hay otro grupo de figuras con un arquero orientado a la derecha en posición de disparar un arco, un cuadrúpedo y una cabra. En el pequeño techo del abrigo se documenta una escena de caza con un arquero, una cabra herida por una flecha y trazos que podrían representar restos de sangre.
Las pinturas rupestres del Cocó de la Gralla -como han sido bautizadas-, en el Parque Natural de los Puertos, fueron descubiertas por Domingo Ribas, vecino de Santa Bárbara hace más de 10 años. Pero no fue hasta 2014 cuando se informó de su existencia en el Servicio de Arqueología y Paleontología del Departamento de Cultura, que confirmó su autenticidad e inició la redacción del plan integral de recuperación del conjunto pictórico. Los trabajos para acondicionar la zona y proteger el espacio se iniciaron en 2016 y se han mantenido en total discreción hasta hoy. "Ahora ya es visitable, pero todo se ha hecho con un gran esfuerzo de discreción, porque todo ello puede atraer gente que puede hacer fechorías y dañar el conjunto.
De ahí las vallas que se han instalado", ha subrayado Castells. De hecho, la zona se encuentra perimetrada por una valla, pero desde fuera se pueden observar perfectamente las pinturas, pero, ahora, el Ayuntamiento de Mas de Barberans estudiará cómo hacer más accesible y visitable la zona.
El conjunto pictórico, declarado Bien Cultural de Interés Nacional, con categoría de zona arqueológica, ha sido incorporado al programa Corpus de Pinturas Rupestres de Cataluña dada su singularidad y espectacularidad.
Las características de este conjunto pictórico se han presentado este miércoles en la delegación de los Servicios Territoriales en las Tierras del Ebro del Departamento de Cultura de la Generalitat. Junto con la presentación del hallazgo, se han explicado también las acciones llevadas a cabo en el plan integral de tratamiento de las pinturas, que han permitido poner al descubierto este excepcional conjunto rupestre.