LO CONSIDERAN ALGO "EXTRAORDINARIO"
Aparecen en los últimos días importantes vestigios de la Dertosa romana, particularmente un tramo de muralla de 40 metros de longitud por 3 de altura, datado en el siglo VI dC, fruto de las excavaciones que se han hecho frente a la catedral de Tortosa.
Las excavaciones se han realizado en el solar situado entre la calle Croera y la avenida Felipe Pedrell, que separa la Catedral de Tortosa del río Ebro, y que ha llevado a cabo la empresa IBER, derivada de la Universidad Rovira i Virgili (URV), por encargo del Ayuntamiento de Tortosa.
Los expertos daban por segura la existencia de restos arqueológicos de envergadura, tal como acredita la aparición de fortificaciones medievales y construcciones fechadas durante la ocupación musulmana, pero el hallazgo de un importante tramo de muralla romana ha sido calificado de "extraordinario" por el director del proyecto arqueológico, el doctor Jordi Diloli. Se trata del primer hallazgo de entidad en la ciudad correspondiente a este período histórico.
El alcalde de Tortosa, Ferran Bel, junto a la teniente de alcalde de Servicios al Territorio, Meritxell Roigé, y la concejala de Cultura, Dolors Queralt, han visitado las excavaciones acompañados de Diloli. El resultado y valoración definitiva de las excavaciones arqueológicas son preceptivos para la redacción del proyecto del nuevo espacio público que se ha de construir en este tramo de la fachada fluvial de Tortosa.
Lo verdaderamente relevante, según los arqueólogos de IBER, es el buen estado de conservación y la magnitud de la muralla romana de la ciudad de época tardo-antigua (siglo VI dC), supuestamente situada sobre una anterior, que seguiría el mismo trazado que la exhumada. La muralla, que defendería la ciudad por el lado del río, está bastante bien conservada, tiene una anchura de entre 2,45 y 2,80 metros y está construida con opus africanum, una técnica muy bien constatada en zonas meridionales del Mediterráneo.
El alcalde de Tortosa ha expresado su satisfacción por el descubrimiento, "por su magnitud y porque justifica el esfuerzo realizado hasta ahora". Bel ha avanzado que una vez finalicen las excavaciones, a finales de agosto, y se disponga de las conclusiones definitivas, se constituirá un grupo de trabajo, formado por el Departamento de Cultura de la Generalitat, el Ayuntamiento y los arqueólogos de IBER, para determinar cuál es la solución constructiva que se adopta en este espacio.