Coronavirus

Debate para liberar las patentes de las vacunas de coronavirus: "El beneficio no puede ser por encima de salvar vidas"

Eliminar las patentes liberaría el mercado y facilitaría el acceso de la población a la vacuna en un período de tiempo más corto, pero hay dudas sobre si esto sería posible.

El ritmo de vacunación en España ha sido lento hasta ahora y se buscan soluciones. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha sugerido suspender las patentes temporalmente para que otros muchos laboratorios puedan producir vacunas en masa.

Puig propone "la suspensión temporal de patentes para tratar o prevenir la covid" o "habilitar una tercera vía entre la independencia total de los laboratorios y la inseguridad jurídica", por ejemplo, habilitando "fórmulas de compensación".

El jefe del Ejecutivo Valenciano ha anunciado que tras mantener contactos con responsables de regiones europeas, propondrá una actuación conjunta para "la búsqueda de soluciones que permitan revisar los mecanismos de protección intelectual y de patentes", según fuentes del Gobierno Valenciano.

Ese es el debate sobre la mesa. Eliminar las patentes liberaría el mercado y facilitaría el acceso de la población a la vacuna en un período de tiempo más corto. Pero hay dudas sobre si esto sería posible. Que necesitamos agilizar la vacunación es una evidencia: el ritmo de vacunación es lento y las dosis llegan a cuentagotas. Es normal, porque todo está en manos de unas pocas empresas.

A favor de liberar las patentes

Hay quien cree que se deberían liberar las patentes cuanto antes: "No solo es posible sino que deberían liberarse", opina Pedro Arcos, profesor de Epidemiología de la Universidad de Oviedo.

Podríamos producir los 10.000 millones de vacunas que necesitamos; ahora solo llegamos los 3.000. "Corremos el riesgo de que pasen entre 18, 24 ó 36 meses incluso hasta que consigamos vacunar a la gran proporción de la población mundial", apunta Quique Bassat, epidemiólogo de ISGlobal.

Objetivo: recuperar dinero invertido

Muchas farmacéuticas están preparadas para fabricar en masa en todo el mundo, pero son las empresas propietarias las que deben ceder y no quieren porque su objetivo es recuperar el dinero invertido: "Tener un retorno sobre la actividad investigadora porque evidentemente cuesta muchísimo sacar una patente", afirma Jesús González, director de Patentes H&A.

Aunque parte de esa inversión no es solo suya, sino de origen público. Por eso reflexiona Pedro Arcos: "El beneficio económico de las compañías no puede estar por encima del deber ético de salvar vidas".

Habrá que ordenar prioridades en medio de una pandemia mundial.