Lluvia de estrellas
Las lluvias de estrellas protagonizan los meses de verano. Esta época del año destaca por tener unos cielos despejados, siempre que se esté alejado de la contaminación lumínica.
Aparecen siempre en el calendario de fenómenos astronómicos de cada año. Las Perseidas es la lluvia de estrellas más conocida, aunque también se produce la Delta Acuáridas. Consulta a continuación el calendario de las lluvias de estrellas de 2020.
Las Delta Acuáridas en julio
Las Delta Acuáridas de verano aparecen en el mes de julio. Estas estrellas son definidas como "un aperitivo de las Perseidas". Su punto de mayor auge se espera el próximo 29 de julio, cuando se podrán observar aunque en menor visibilidad que en otros años, ya que su momento de máxima actividad será dos días después de la luna llena. Se podrán ver de 20 a 25 meteoros por hora.
Para verlas hay que alejarse de la contaminación lumínica. No es necesario observarla con prismáticos ni telescopios.
Su nombre proviene de la constelación Acuario, lugar donde los meteoros son más brillantes. Aunque su origen está en el cometa 96P Machholz, cuyo polvorín cósmico produce dicha lluvia. Este cometa es el más veloz de los cometas periódicos que se conocen en la actualidad, aunque no pertenece al Sistema Solar en el que se encuentra la Tierra. Se acerca al Sol a 18,4 millones de kilómetros.
Las Perseidas en agosto
La otra gran esperada en el calendario de lluvias de estrellas de este 2020 son las Perseidas, también conocidas como lágrimas de San Lorenzo. El punto de máxima actividad no será visible en España, ya que será el 12 de agosto y de día, pues se produce entre las 9:00 horas y las 19:00 horas. El mejor momento para verlas en España es la noche del 12 al 13 de agosto.
Las Perseidas tendrán una buena visibilidad, ya que la Luna estará en fase menguante. Para observarlas, hay que alejarse de pueblos y ciudades por la contaminación lumínica. Cuanto más lejos, mejores cielos oscuros para poder observar la lluvia de estrellas.
La velocidad que pueden superar es de 50 kilómetros por segundo y su tasa de actividad puede llegar a los 200 meteoros por hora.