LOS PRINCIPALES PROBLEMAS SON LA ELECTROCUCIÓN Y LA ESCASEZ DE CONEJOS
El águila imperial ibérica, especie endémica de la Península y una de las aves más amenazadas del mundo, remonta el vuelo con casi un millar de ejemplares diseminados por todo el territorio peninsular, aunque la escasez de conejos, su principal alimento, y la electrocución aún marcan su conservación.
En los década de los 80, el número de parejas en la Península de esta especie (Aquila adalberti) era de 103 y actualmente hay censadas casi 500, de las que 100 se encuentran en Andalucía (15 en Doñana) y el resto en Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid, Castilla y León y Portugal.
En un acto celebrado este miércoles 6 en el Centro El Acebuche de Doñana se han presentado los resultados del proyecto "Seguimiento científico del Águila Imperial en el Espacio de Doñana" que durante 2014-2015 ha seguido la evolución de esta población para poner freno a su mortalidad.
Para acometer esta empresa, puesta en marcha por la Fundación Migres, la Estación Biológica de Doñana (CSIC), la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía y la Fundación Banco Santander, se ha procedido, entre otras actuaciones, al arreglo de nidos, el anillamiento y el seguimiento de pollos mediante telemetría.
El águila imperial ibérica, una rapaz de gran tamaño y pelaje oscuro, salvo los hombros blancos, alcanza la madurez a los 5 años, tiene una estimación de vida en torno a los 30 y su dieta la forman aves acuáticas, pequeños roedores y el conejo, un 80 % de su dieta.
Entre las amenazas que merman la población de esta rapaz se encuentran, la disminución de las poblaciones de conejo, la electrocución en su migración a Marruecos, la infertilización de ejemplares y una proporción de sexos desviado hacia machos.