Investigaciones
Promete reciclar microplásticos para incentivar el uso de este material de gran valor y, además, combatir la contaminación de nuestros ecosistemas.
Los microplasticos son pequeñas partículas de plástico, de menos de 5 milímetros, compuestos de polímeros y aditivos potencialmente tóxicos y contaminantes. Y estas pequeñas bombas que afectan a nuestro planeta, se encuentran en casi todos los lugares, incluso en el mar. Es por eso, que son muchas las investigaciones que se realizan en torno a estos materiales tóxicos, con el objetivo de intentar acabar con ellos o, al menos, disminuir su presencia en los entornos naturales.
Es buena noticia decir que se ha descubierto la manera de reciclar esos microplásticos presentes en el mar y convertirlos en un material de gran valor. Todo ello gracias a una investigación de la Universidad de James Cook.
El profesor de este centro, Mohan Jacob, señaló que algunos desechos plásticos se degradan en fragmentos más pequeños que, a menudo, alcanzan tamaños micrones: "Estos microplásticos son conocidos por su naturaleza no degradable e insoluble al agua y representan una amenaza en constante evolución para los peces, los animales y los seres humanos", advierte Jacob.
Otro Doctor de la misma universidad, Adeel Zfar, señaló que las características de los microplásticos les permiten absorber contaminantes orgánicos: "Una vez que están en el agua, terminan integrándose en las cadenas alimentarias marinas y humanas. Resulta inquietante que los microplásticos alteren la vida marina y la reproducción de los corales", afirmó el Dr. Zafar.
¿Es posible reciclar estas pequeñas partículas de plástico tan contaminantes? Según el Dr. Zafar, el reciclaje de microplásticos enfrenta desafíos significativos debido a los procesos de separación que requieren mucha mano de obra y altos costos: esto se convierte en una recuperación de recursos muy bajos a nivel mundial. Es decir, no conviene la producción de reciclaje de microplásticos. "El reciclaje, que implica transformar los desechos plásticos en materiales de mayor valor en lugar de simplemente descomponerlos, tiene una gran demanda", dijo el Dr. Zafar.
Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad se pusieron manos a la obra para intentar dar con una respuesta. El equipo de científicos trituró botellas de plástico para convertirlas en microplásticos y luego usó la nueva técnica de síntesis de plasma de microondas a presión atmosférica para convertir esos desechos, ese microplástico, en grafeno.
El grafeno es un material de carbono de un átomo de espesor que es más duro que el diamante, 200 veces más fuerte que el acero y cinco veces más liviano que el aluminio. Su uso se está incentivando en algunas industrias. "Aproximadamente 30 mg de microplásticos produjeron casi 5 mg de grafeno en 1 minuto. Esta tasa de producción es notablemente mayor que la lograda anteriormente y ofrece una alternativa más simple y respetuosa con el medio ambiente a las técnicas actuales", afirmó el Dr. Zafar.
Este descubrimiento, según Zafar, marca un hito importante en el campo, ya que el grafeno que se ha producido a raíz de estos microplásticos, podría usarse para diversas funciones, entre ellas la fabricación de sensores y purificación del agua. El profesor Jacob es claro con esto y alega que esta investigación "no es solo pionera en un enfoque novedoso para la síntesis del grafeno, sino también para le objetivo más amplio de mitigar los efectos adversos de la contaminación por microplásticos en nuestros ecosistemas".
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