Cambio climático

El confinamiento por coronavirus sólo logró bajar las temperaturas mundiales en 0,01 grados

El confinamiento en todo el mundo por el coronavirus redujo la contaminación durante unos meses, pero eso no ha frenado el calentamiento global. Según un estudio de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, las previsiones en el aumento de la temperatura para 2030 apenas van a variar.

El confinamiento por coronavirus trajo consigo la reducción del número de vehículos circulando por las ciudades y el parón de fábricas y empresas. Todo ello se traduce en menos emisiones de efecto invernadero y menos gases contaminantes de la atmósfera. Por ello, los optimistas pensaban que la pandemia había tendido una mano a la humanidad para afrontar un desafío mucho mayor, el del cambio climático. Sin embargo, datos como que la emisión global de C02 cayó un 25% durante las peores semanas de la crisis, en abril, no son suficientes para frenar el calentamiento global.

Eso es, al menos, lo que parece demostrar una nueva investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Leeds, en Reino Unido. Según ellos, los confinamientos en todo el mundo tendrán un impacto en la crisis climática insignificante, prácticamente indetectable, porque son imposibles de mantener en el tiempo.

No obstante, también hemos visto cómo, con los humanos encerrados en sus casas debido a la cuarentena, los animales recuperaban terreno y aparecían en lugares inusuales, teniendo vía libre para pasear por las ciudades: patos en París, pavos reales en Madrid, monos en la India, jabalíes en Barcelona, delfines en las costas de Italia.

El estudio concluye que, sin cambios drásticos y a largo plazo hacia una economía de cero emisiones, en 2030 las temperaturas globales sólo serán, a causa del confinamiento global, 0,01ºC más bajas de lo previsto.

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