SEMANA MUNDIAL DEL AGUA 2019
El agua se acaba, es una información alarmante pero varias organizaciones ya lo están advirtiendo. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura prevé que para 2.050 la demanda de agua puede superar en más de un 40% los recursos hídricos disponibles.
Por eso los gobiernos son cada vez más conscientes de este problema e intentan frenar las consecuencias de la escasez del agua. Para celebrar la Semana Mundial del Agua 2019, aquí tienes algunas formas para asegurar el futuro hídrico:
- Concienciar a los ciudadanos: es la más importante porque está en nuestra mano frenar las consecuencias del cambio climático que derivan en sequía, desertización y migraciones. Algunos ejemplos son ahorrar agua en nuestros hogares o el consumo responsable de alimentos para tirar el menor número posible de comida.
- Agricultura: se pueden elaborar planes de cultivo para los agricultores y de esta manera adaptar la cantidad de agua al cultivo que han sembrado. Los rendimientos también se pueden mejorar utilizando sistemas que generen sombra y de esta manera reducir la temperatura y la evaporación, conservando la humedad del suelo.
- Almacenar el agua de la lluvia: es una buena iniciativa para poder abastecerse de forma constante, viable y económica. Se puede captar el agua, almacenarla y aplicarle los tratamientos oportunos para potabilizarla y purificarla.
- Reutilización del agua: este paso está regulado por el Real Decreto que establece el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas de 2007 y una Guía del Ministerio de 2010 para definir la calidad del agua regenerada y los usos a los que se destina.
- Desalar el agua del mar: se puede aumentar los recursos hídricos y mejorar la calidad del agua mediante la desalinización del agua del mar.
- Medir el consumo y el precio del agua: un precio real del agua hace que sea más eficiente y se puedan recuperar los costes. En nuestro país sería necesario crear una metodología a nivel nacional para calcular las tarifas de agua urbana y de regadío.
- Planificación hídrica: también hay que tener una planificación energética, agraria y urbanística para que el crecimiento y el desarrollo no vayan por delante de la disponibilidad de recursos o la capacidad de depuración.
- Gestión eficaz: hay que crear un marco normativo eficiente para llevar a cabo una práctica regular de los usos del agua.
Hay un gran reto para el planeta Tierra y garantizar un futuro a las generaciones posteriores. Lo primero que hay que hacer es empezar por las prácticas cotidianas.