DESCUBREN EL ORIGEN DE UN CALENTAMIENTO INEXPLICABLE
Investigadores del Centro de Física Espacial de la Universidad de Boston (BU, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, informan en la revista 'Nature' de que la Gran Mancha Roja de Júpiter puede ser la misteriosa fuente de energía necesaria para calentar la atmósfera superior del planeta hasta los inusualmente altos valores observados.
La luz del sol calienta la Tierra alcanzando eficazmente la atmósfera terrestre a altitudes muy por encima de la cara sur, incluso a 250 millas de altura, por ejemplo, donde orbita la Estación Espacial Internacional. Júpiter está más de cinco veces más distante del Sol, y sin embargo, su atmósfera superior tiene temperaturas, de media, comparables a las halladas en la Tierra.
Los científicos que estudian los procesos en el sistema solar exterior han tenido dificultades para determinar las fuentes de la energía no solar responsables de este calentamiento adicional. "Con el calentamiento solar desde arriba descartado, diseñamos observaciones para mapear la distribución de calor en todo el planeta en busca de posibles anomalías de temperatura que pudieran dar pistas en cuanto a de dónde viene la energía", subraya el autor principal del estudio, James O'Donoghue, científico de la BU.
Los astrónomos miden la temperatura de un planeta mediante la observación de la luz infrarroja (IR) no visible que emite. Las cimas de las nubes visibles que vemos en Júpiter están a alrededor de 30 millas por encima de su borde; las emisiones de infrarrojos utilizadas por el equipo de BU venían de alturas de unas 500 millas más altas. Cuando los observadores de BU miraron sus resultados, encontraron altas temperaturas de altitudes mucho más grandes de lo previsto siempre que su telescopio miraba a ciertas latitudes y longitudes en el sur de la hemi-esfera del planeta.
La Gran Mancha Roja de Júpiter (GRS, por sus siglas en inglés) es una de las maravillas de nuestro sistema solar. Descubierta tras años desde la introducción de la astronomía telescópica en el siglo XVII por Galileo, su patrón de remolino de gases de colores a menudo se llama "huracán perpetuo". La GRS ha variado en tamaño y color a lo largo de los siglos, extendiéndose por una distancia igual a tres diámetros terrestres, y tiene vientos que tardan seis días en completar una vuelta. Júpiter gira muy rápidamente, completando una vuelta en sólo diez horas.
"La Gran Mancha Roja es una excelente fuente de energía para calentar la atmósfera superior de Júpiter, pero no teníamos evidencia previa de sus efectos reales en las temperaturas observadas en altitudes elevadas", subraya el doctor Lucas Moore, coautor del estudio y científico de investigación en el Centro de Física Espacial de la BU.
Resolver una "crisis de energía" en un planeta distante tiene implicaciones dentro de nuestro sistema solar, así como para los planetas que orbitan otras estrellas. Como apuntan los científicos de BU, temperaturas inusualmente altas muy por encima de disco visible de Júpiter no es un aspecto único de nuestro sistema solar. El dilema también sucede en Saturno, Urano y Neptuno, y probablemente en todos los exoplanetas gigantes fuera de nuestro sistema solar.