Covid
Un grupo de expertos ha descubierto la proteína clave para atacar al coronavirus. Cuando apareció la SARS-CoV-2, ni los expertos, ni la población, tenían mucha idea sobre aspectos como la tasa de mortalidad por coronavirus, la facilidad de transmisión entre humanos, la tasa de mutación del virus o la cantidad de cepas existentes.
Del dolor de cabeza a la neumonía
Fiebre, tos seca, molestias y dolores musculares, cansancio generalizado, dolor de garganta o cabeza, indigestión, conjuntivitis, pérdida del sentido del gusto y olfato, erupciones cutáneas y, en los casos más extremos, neumonías o bronquitis son algunos de los síntomas provocados por la infección. Aunque a lo largo de los meses los avances han ido en aumento, aún se desconocen algunas facetas de la enfermedad.
Seroconversión en 11 días
Ahora científicos de la Universidad de Cambridge y Boston han realizado un exhaustivo estudio, del que se ha hecho eco la revista especializada 'Science', en el que analizan detalladamente las comparaciones de los anticuerpos IgM, IgG e IgA.
La IgM es el primer tipo de anticuerpo que aparece en respuesta a una infección; la IgG es una de las cinco clases de anticuerpos humorales producidos por el organismo y la IgA son anticuerpos secretados por la mucosa, que se encuentran en la saliva y los tejidos nasales y pulmonares. En su estudio, los expertos han calculado que se necesitaban 11 días para 'seroconvertir' después de una infección, o lo que es lo mismo, para mostrar evidencia de que el sistema inmulógico ha generado anticuerpos contra el coronavirus.
Un virus rápido atacando
Ahora bien, ¿por qué el coronavirus ataca tan rápidamente? La respuesta la encontramos en su comportamiento. Cuando el virus entra en contacto con el ser humano, se acopla a nuestras células utilizando las proteínas de la superficie, la espiga y la neuropilina-1. Esta unión es la que desencadena la infección. Sin embargo, el estudio certifica que la capacidad del virus para infectar células humanas puede reducirse a través de inhibidores que neutralizan su incidencia. Esta podría ser la puerta de entrada para la creación de una vacuna efectiva contra la covid-19.