estudio en 'The Astrophysical Journal'
Un equipo internacional de astrónomos dirigido por la Universidad de Southampton ha confirmado el descubrimiento de la supernova más distante jamás detectada: una gran explosión cósmica que tuvo lugar hace 10.500 millones de años, sólo 3.300 millones de años después del origen del Universo, cuya edad siempre se ha estimado en 13.800 millones.
La estrella explosiva, a la que han denominado 'DES16C2nm', fue detectada por Dark Energy Survey (DES), un proyecto de colaboración internacional para mapear millones de galaxias con el fin de obtener más información sobre la energía oscura: la fuerza misteriosa que se cree que está causando la expansión acelerada del Universo.
Como se detalla en un nuevo estudio publicado en 'The Astrophysical Journal', la luz del evento ha tardado 10.500 millones de años en llegar a la Tierra, por lo que pasa así a convertirse en la supernova más antigua jamás descubierta y estudiada.
Una supernova es la explosión de una estrella masiva al final de su ciclo de vida. En concreto, 'DES16C2nm' está clasificada como una supernova superluminosa (SLSN), la clase más brillante y más rara de supernovas, descubierta por primera vez hace diez años. Los científicos creen que este tipo de supernovas son causadas por la caída de material sobre el objeto más denso del Universo: una estrella de neutrones que gira rápidamente y se forma en la explosión de una estrella masiva.
El autor principal del estudio, el doctor Mathew Smith, de la Universidad de Southampton, asegura que 'DES16C2nm' es "extremadamente distante, extremadamente brillante y extremadamente rara". "No el tipo de cosa con la que tropiezas todos los días como astrónomo", indica el experto, que además apunta que se trata no sólo de un "descubrimiento muy emocionante por derecho propio", sino que la distancia extrema de 'DES16C2nm' da una visión única de la naturaleza de las SLSN.
"La luz ultravioleta de SLSN nos informa de la cantidad de metal producido en la explosión y la temperatura de la explosión en sí, ambos son clave para comprender qué causa y conduce estas explosiones cósmicas", explica Smith.