Insectos
No transmite enfermedades pero sí que tiene una picadura dolorosa y puede causar reacciones alérgicas. Se puede ver en cualquier entorno y a cualquier hora del día.
Los insectos son uno de los seres vivos que más pánico generan al ser humano. Sus curiosas formas y, en ocasiones, sus dolorosos ataques hacen que se teman aún más. En España hay una fauna de insectos muy variada, sin embargo, en ocasiones hay amenazas de que diferentes especies de otros países acudan. Ahora, se ha hecho conocido el hallazgo de una nueva especie de chinche en España, concretamente ahora ha sido vista en Navarra: la chinche asesina (zelus renardii).
El nombre puede generar alarma, pero no es más que un nombre, ya que esta chinche no produce la muerte en humanos e incluso no absorbe sangre, por lo que no transmite enfermedades. Sin embargo, sí que se sabe que su picadura es de lo más dolorosa. Además, también preocupa el hecho de que caza otros insectos que pueden ser beneficiosos para el ser humano: mariquitas, crisopas, etc. De hecho un artículo de Luis Vivas (subdirector y coordinador de la Galería de Invertebrados de BiodiversidadVirtual.org) alega que, por ejemplo en Chile, habían aconsejado "extremar los controles y cuarentenas de transportes y mercancías para evitar la introducción de especies invasoras" ya que en el caso de la chinche invasora, "su carácter depredador generalista podría suponer un futuro problema en la fauna nativa".
El origen de este insecto es América y el biólogo Jesús Tanco, que realiza su segunda carrera en la Universidad de Navarra, ha realizado un artículo en la revista especializada 'Archivos entomolócxicos' donde cuenta el hallazgo en Navarra. Enrique Baquero, profesor e investigador del Instituto de Biodiversidad y Medioambiente de la Universidad de Navarra, explica que "si ha aparecido una vez, es posible que los tengamos por miles" y que "pueden llegar en jardineras, dentro de la tierra".
Este insecto de cuerpo negro, patas amarillas y unos puntos blancos muy característicos en las alas, tienen un a larga trompa para inyectar su saliva (que contiene una serie de encimas capaces de licuar las partes blandas de la presa y después la absorben).
Su historia en Europa se remonta a 2011, ya que se cree que fue en ese año cuando llegó a Grecia y en España apareció unos años después. El primer caso de picadura del que se sabe en el país se documentó en Elche.
Un artículo de Adrià Miralles-Núñez, Carlos Pradera y Juan A. Pujol de 2021 en 'Archivos entomolóxicos' explica que este insecto puede generar "molestias destacables a personas en zonas urbanas en España" ya que "en primer lugar, la especie se está volviendo cada vez más frecuente en toda la zona mediterránea, especialmente en zonas urbanas pero también agrícolas".
La describen como una especie generalista que se puede encontrar "en gran variedad de hábitats" y que "hiberna en estado adulto, por lo que no es raro encontrarla en edificios en invierno". Esto, según indica el artículo, hace que sea una especie que tiene mucho contacto con personas y como consecuencia hay picaduras, aunque "pican para defenderse cuando se sienten amenazadas".
Esta picadura es descrita por el artículo citado anteriormente, como un "pinchazo intenso de dolor agudo que se prolonga unos minutos después". Posteriormente, "el dolor desaparece", aunque "se puede prolongar durante horas". Tras la picadura, señalan que se queda una pequeña marca que "desaparece en los siguientes días".
No tiene un horario en concreto para picar y tampoco un lugar preferido. Los investigadores sugieren que "podrían sentirse atraído hacia los humanos cuando se mueven".