CADA VEZ RECIBE MÁS VISITANTES
El peculiar brillo naranja que toma una cascada del Parque de Yosemite en estas fechas levanta cada año más expectación.
Se trata de un efecto óptico extraordinario en este espacio natural de California que solo puede disfrutarse en la segunda mitad de febrero.
Esta 'lengua de fuego' solo puede verse cuando el cielo está despejado y hay suficiente nieve que se va derritiendo. Por desgracia, este año el espectáculo será mucho menor porque apenas hay agua, según informa la web oficial del parque.
No obstante, y ante el aluvión de visitantes, Yosemite ha impuesto condiciones para restringir el acceso. Entre el 12 y el 26 de febrero, se limita el número de coches que pueden estacionar en la zona.
Así se vio en 2017: