TRAS LA MUERTE DE UNA ENFERMA DE CÁNCER QUE SÓLO SE TRATÓ CON PSEUDOCIENCIAS
"Seamos claros: las pseudociencias matan. Y no solo eso, sino que son practicadas incluso por médicos colegiados y con el respaldo de los colegios de médicos. Han llevado a la muerte a miles de personas solo en nuestro país, y lo siguen haciendo. En algunos casos, como en la muerte de Mario Rodríguez, se trata de personas que no son médicos pero ejercen con impunidad desde centros que incumplen la legislación de centros sanitarios. En otros casos, como la muerte de Rosa, son médicos colegiados que actúan con el conocimiento de los colegios de médicos, que les permiten seguir engañando a enfermos graves y llevarlos, en el mejor de los casos, a caer en un engaño, o en el peor, a la muerte".
Así comienza la carta abierta a la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, enviada por un grupo de científicos a través de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas.
En esta petición se pide a Carcedo que ponga soluciones no solo a nivel europeo sino también a nivel nacional y para ello le piden que haga cumplir la ley, que se creen nuevas leyes y se velen los derechos del enfermo y sus familias y avisan "la deontología médica no es un juego".
Esta petición tiene lugar después de que una mujer falleciese tras tratarse un cáncer de mama solo con pseudomedicinas. En esta misiva denuncian que "la gente que recurre a las mal llamadas terapias alternativas, pues ni son terapias ni complementan tratamiento alguno, tienen más posibilidades de morir, llegando a ser un 470% más altas en algunas patologías. Es decir, los retrasos e interferencias que suponen estas prácticas, y no solo la sustitución de tratamientos, como se quiere hacer ver desde algunas instituciones, matan a enfermos que confiaron en el sistema de salud que usted tiene que defender".
Reivindican además "la necesidad de leyes o controles que eviten que algunos productos pseudocientíficos, como es el caso de la homeopatía, estén vendiéndose de forma libre en las farmacias españolas, a pesar de no tener ninguna eficacia y atentar contra los derechos de los enfermos".