Cambio climático
"Obviamente, tenemos que actuar. Y tenemos que actuar rápido", asegura el autor del estudio, Joshua Pearce.
Un total de 180 estudios científicos coinciden en que el cambio climático será el causante de hasta mil millones de muertes a lo largo del siglo XXII. Además, estas investigaciones detallan que estas muertes estarán provocadas por el cambio de las condiciones climáticas relacionado con la actividad humana.
Todos estos estudios se han recogido en un solo documento, el cual propone políticas energéticas muy contundentes que darían lugar a reducciones instantáneas de las emisiones de carbono. Asimismo, hace un llamamiento para que los Gobiernos se impliquen más, pero también las empresas y los ciudadanos para lograr la descarbonización de la economía mundial y así evitar el mayor número de muertes posibles.
"Esta muerte masiva es claramente inaceptable. Realmente es bastante aterrador, especialmente para nuestros niños", expresó Joshua Pearce, el autor del estudio, a través de un comunicado. Pearce es profesor de la Universidad de Western Ontario y ha compartido la investigación en la revista especializada 'Energies', junto con Richard Parncutt, de la Universidad de Graz, en Austria.
Ambos investigadores observaron que los anteriores estudios sobre los costos de mortalidad humana de las emisiones de carbono coincidían en la 'regla de las mil toneladas'. Esta norma, aunque se trata de una estimación, indica que, cada vez que se queman mil toneladas de carbono fósil, una persona pierde la vida de forma prematura.
"Las cifras de energía como los megavatios significan algo para los ingenieros energéticos como yo, pero no para la mayoría de las personas. De manera similar, cuando los científicos del clima hablan de partes por millón de dióxido de carbono, eso no significa nada para la mayoría de las personas. Unos pocos grados de aumento de la temperatura promedio tampoco son intuitivos. Sin embargo, el recuento de cadáveres es algo que todos entendemos", indicó el autor principal del estudio.
"Si se toma en serio el consenso científico sobre la regla de las 1.000 toneladas y se hacen números, el calentamiento global antropogénico equivale a mil millones de cadáveres prematuros durante el próximo siglo. Obviamente, tenemos que actuar. Y tenemos que actuar rápido", reclama.
Con estas palabras, Pearce espera que, al combatir el lenguaje y las métricas del calentamiento de nuestro planeta, más actores relevantes, como empresas o Estados, acudan a la llamada y entiendan la importancia que tiene el combustible fósil sobre la vida de las personas.
"A medida que las predicciones de los modelos climáticos se vuelven más claras, el daño que estamos causando a los niños y a las generaciones futuras puede atribuirse cada vez más a nuestras acciones", apuntó Pearce.
Una vez se es consciente de estos peligros, añaden los investigadores, no se pueden evitar las responsabilidades en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero. En este sentido, señalan que, para salvar la mayor cantidad de vidas, es fundamental detener la quema de combustibles fósiles cuanto antes mejor y así continuar con un planteamiento más agresivo en lo que se refiere a eficiencia energética y energía renovable.