según un estudio
El parto es uno de los momentos clave en la vida de cada ser humano. En ese momento, los bebés reciben millones de bacterias de sus madres. Esos microbios colonizan el cuerpo del recién nacido y se asientan en los diferentes órganos.
Un estudio publicado por la revista Nature ha revelado que la forma en que nace un bebé tiene un profundo impacto en su microbioma, es decir, en la comunidad de microbios que colonizan el cuerpo.
El estudio ha analizado más de 600 nacimientos y supone el estudio más grande jamás realizado sobre el microbioma del recién nacido. En él se asevera que los recién nacidos entregados por cesárea tienden a carecer de cepas de bacterias intestinales que se encuentran en niños y adultos sanos. En cambio, sus intestinos albergan microbios dañinos que son comunes en los hospitales.
En otros estudios ya se había evidenciado que los bebés que nacen por cesárea no pueden adquirir algunos de los microbios de sus madres que los niños que nacen por vía vaginal obtienen. Por ello, algunos padres tienden a frotar a los bebés nacidos por cesárea con líquido vaginal.
Trabajando con parteras y médicos en tres hospitales en Londres y Leicester, el equipo de Lawley tomó muestras y analizó el ADN de los microbios encontrados en las heces de 596 bebés, 314 nacidos por vía vaginal y 282 por cesárea, a los 4, 7 y 21 días después del nacimiento.
Las diferencias entre sus microbiotas intestinales eran claras. Los bebés nacidos por cesárea carecían de cepas de bacterias comensales, que generalmente se encuentran en individuos sanos, mientras que estas bacterias constituían la mayor parte de la comunidad intestinal de los bebés nacidos por vía vaginal. En cambio, las tripas de los bebés con cesárea estaban dominadas por bacterias oportunistas como Enterococcus y Klebsiella , que circulan en los hospitales.