SU HERIDA YA NO LE INCAPACITA PARA MOVERSE
'Beato', el osezno herido en una pata capturado tras dos meses en los que se le vio deambulando por pueblos de Liébana en busca de comida, y que será devuelto al medio natural con la esperanza de que se adapte y deje de frecuentar la compañía humana, según ha decidido el Gobierno de Cantabria.
La decisión, de la que ha informado Medio Rural de Cantabria, llega después de que este lunes, en una reunión urgente del grupo de trabajo del oso pardo cantábrico que coordina el Ministerio y en el que están representadas las comunidades de Asturias, Castilla y León, Galicia y Cantabria, se informara de la evolución del animal y se secundaran las decisiones del Ejecutivo cántabro.
Las alarmas sobre el osezno se levantaron en noviembre, cuando organizaciones conservacionistas alertaron de que el oso herido se acercaba peligrosamente a pueblos de Liébana, un comportamiento de habituación a humanos nada aconsejable.
Finalmente, fue capturado el 24 de enero y recibió las primeras atenciones veterinarias con valoración de la herida en un hospital de campaña en Tama (Cantabria). El animal, al que se bautizó tras la captura como 'Beato', perdió a raíz de una lesión de la que se desconocen las causas dos tercios del radio y tejidos blandos, además de romperse una muñeca, lo que le impide apoyar la pata, pero sí la utiliza para mover troncos o trepar.
Se ha descartado que recibiera un disparo en una batida de caza, un extremo que Ecologistas en Acción pidió que se investigara con una denuncia en la Fiscalía. Ahora se ha decidido que el osezno vuelva a su medio porque la herida no le incapacita para moverse, no está infectada, y seguir en cautividad solo acrecentaría su habituación a humanos.
Se le pondrá un emisor GPS para hacer un seguimiento y, si se detecta que vuelve a frecuentar pueblos en busca de comida, no habrá más remedio que capturarlo de nuevo y mantenerlo en cautividad ya de forma definitiva. 'Beato' ha permanecido desde hace un mes en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, unas instalaciones en el Parque de Cabárceno (Cantabria) donde ha estrenado un espacio de 150 metros cuadrados con un diseño especialmente diseñado para el oso pardo, enfocado a que el contacto con las personas sea nulo, gracias a un sistema de videovigilancia.
Allí se ha comprobado que 'Beato' presenta una gran actividad, propia de un ejemplar de su edad (entre 13 ó 14 meses), y que pasa gran parte del día jugando.