LOS CUATRO ANIMALES NUNCA HAN VIVIDO EN LIBERTAD
El Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado la reubicación temporal de los cuatro delfines del Zoo de Barcelona en dos delfinarios europeos hasta que finalicen las obras del Santuario de Baltimore (Estados Unidos). La Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) ha explicado en un comunicado que Anak, Blau, Tumay y Nuik que actualmente residen en el delfinario del Zoo de Barcelona, serán trasladados a un santuario, donde podrán disfrutar del enriquecimiento natural del mar "el resto de sus vidas".
FAADA lanzó la petición hace años mediante la campaña #AdiósDelfinario, y para ello planteó dos opciones. Finalmente el consistorio se ha decantado por iniciar una negociación con el National Aquarium de Baltimore, que prevé disponer de un santuario para sus propios delfines en 2020, "en algún lugar de la costa de Florida aún por determinar".
La dirección del Zoo y el Ayuntamiento llevan meses hablando con los distintos delfinarios de Europa para encontrar un centro que los acoja temporalmente. La decisión final que han adoptado es que los delfines se trasladen en otoño hasta dos delfinarios, uno de ellos en Portugal y el otro en un centro europeo que aún está por determinar, con la premisa de que, en cuanto el santuario de Baltimore esté disponible, se lleve a cabo un nuevo traslado.
La FADADA ha criticado esta decisión ya que creen que realizar dos traslados en relativamente poco tiempo "es demasiado para los delfines", y no está de acuerdo con las políticas de los centros donde irán los animales. De todos modos, la fundación entiende que los animales necesitan un cambio urgente, pues llevan toda la vida encerrados en el "diminuto y pobre" espacio del delfinario del Zoo de Barcelona.
Otra de las opciones, "que no se descarta" y que FAADA también presentó al ayuntamiento, es la de que los delfines vayan al Aegean Marine Life Sanctuary, en Grecia, que ya dispone de una bahía acondicionada, pero que está a la espera de algunos permisos y de una inyección económica que les permita dar el último empujón al proyecto. "Este santuario podría llegar a ser una realidad antes incluso que el de Baltimore, pero depende de muchos factores", han concluido.