RODEANDO LA ESTRELLA CERCANA GJ 625
Astrónomos europeos informan de la detección de un nuevo mundo extrasolar varias veces más masivo que la Tierra, rodeando la estrella cercana GJ 625, en el borde de la zona habitable.
El recién descubierto mundo extraterrestre, designado GJ 625 b, tiene una masa mínima de 2,8 masas terrestres, lo que hace que sea el exoplaneta menos masivo encontrado alrededor de una estrella M2 hasta la fecha. El planeta orbita su anfitrión cada 14,6 días a una distancia de aproximadamente 0,08 UA de la estrella, que está relativamente cerca. En comparación, Mercurio orbita el Sol a una distancia media de 0,38 UA.
Los resultados de las mediciones de velocidad radial permitieron al equipo concluir que GJ 625 b es una pequeña súper-Tierra en el borde interior de la zona habitable y tiene una temperatura superficial media de 350 K que es muy dependiente de los parámetros atmosféricos. Por otra parte, los investigadores asumen que el nuevo mundo detectado podría potencialmente albergar agua líquida, pero se requieren más observaciones centradas en la atmósfera de GJ 625 b para confirmar esta suposición.
Los súper-Tierra son planetas más masivos que la Tierra pero que no exceden la masa de Neptuno. Aunque el término se refiere sólo a la masa del planeta, también es usado por los astrónomos para describir planetas más grandes que la Tierra pero más pequeños que los llamados 'mini-Neptunos' (con un radio entre dos a cuatro veces el de la Tierra).
Localizado a sólo 21 años luz de distancia, GJ 625 es una estrella M-enana (tipo espectral M2) alrededor de tres veces el tamaño y la masa del Sol. Estas estrellas ofrecen un gran potencial en la búsqueda de mundos extraterrestres parecidos a la Tierra, ya que los planetas rocosos de baja masa parecen ser más frecuentes alrededor de las enanas M.
Los súper-Tierra son planetas más masivos que la Tierra pero que no exceden la masa de Neptuno
Sin embargo, encontrar un planeta similar a la Tierra que orbite estrellas de baja masa es difícil debido a su actividad estelar. Esto se debe a que las señales inducidas por la rotación de una estrella pueden imitar fácilmente las de origen planetario. Por lo tanto, las señales procedentes de las enanas M tienden a ser comparables a las de los planetas rocosos cercanos a la zona habitable de sus estrellas.
Recientemente, un equipo de astrónomos liderado por Alejandro Suárez Mascareño, del Instituto de Astrofísica de Canarias, ha completado estudios de GJ 625, que comenzaron en 2013 y duraron más de tres años y medio. Las observaciones se llevaron a cabo con el High Accuracy Radial velocity Planet Searcher for the Northern hemisphere (HARPS-N) instalado en el Telescopio Nazionale Galileo en el Observatorio Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, Islas Canarias.
Los investigadores analizaron 151 series de tiempo de velocidad radial de HARPS-N como parte del programa 'HArps-n red Dwarf Exoplanet Survey (HADES)' de velocidad radial, que resultó en el descubrimiento de un nuevo planeta.