Basura espacial
El Gobierno ha declarado el espacio una "infraestructura crítica". La preocupación es mundial debido a que tanto el nivel de riesgo de colisión entre satélites y la basura espacial es más alto que hace cuatro años.
La primera alarma de peligro espacial llegó en el año 2007, cuando China destruyó su primer satélite alegando que se encontraba fuera de control. Se trató de algo que los demás países pensaban que no se podía hacer.
Dos años después colisionó un satélite ruso con otro estadounidense. De esta forma, comenzó a generarse basura en el espacio. Cada pieza que orbita por el espacio, rompe otras piezas provocando 29.000 objetos de más de 10 centímetros, 750.000 objetos de hasta 10 centímetros y 166 millones de objetos de hasta un centímetro.
Búnker en Torrejón de Ardoz
Para controlar esto en España, un búnker de la base aérea de Torrejón de Ardoz de máxima seguridad. Desde allí se vigilan todos los aparatos públicos y privados. Uno de los ejemplos es el próximo lanzamiento de un satélite Virgin el próximo 15 de agosto.
También se monitoriza la vuelta de estos aparatos cuando ya no son útiles. Uno de los últimos que se pudo ver en España fue de nacionalidad china.
Esta basura espacial cae, principalmente, a los océanos. Si se produjera cualquier tipo de perjuicio, contaminación o victimas, el país responsable sería el que lo lanza. Así lo indica el Comandante Cámara, del Ejército del Aire y del Espacio.
Así se vigila el espacio
Los ojos del Centro de Operaciones y Vigilancia espacial, el COVE, están a 500 kilómetros de dicho búnker, en Morón de la Frontera. Se trata de un radar que, normalmente, detecta objetos ya catalogados. Pero también detecta fragmentaciones, maniobras o aparición de nuevos objetos, explica la Capitán Álvarez. La misión del COVE es vigilar el espacio ante lo que pueda aparecer.
Todos los países y empresas privadas están obligadas a comunicar qué envían al espacio. Incluso si se trata de un satélite de ámbito militar secreto.