MEJORES AMIGOS

La amistad entre perros y guepardos, un nuevo método que ayuda a superar la timidez y ansiedad de los felinos

El objetivo principal de la relación entre perros y guepardos es hacer que se sientan cómodos en su entorno para que los guepardos puedan reproducirse. La timidez y la ansiedad de esta especie no son favorables para conseguir su reproducción, por lo que establecer una amistad con un perro beneficia la supervivencia de esta especie a largo plazo.

La lealtad y la protección de los perros los han convertido en los mejores amigos, no sólo del ser humano, sino también de los guepardos. Se trata de una acción del parque zoológico de San Diego, que, desde 1980, asigna la compañía de perros a los guepardos que están implicados en el programa de cría del parque.

"Un perro dominante sirve de mucha ayuda porque los guepardos son muy tímidos y difíciles de criar", explica Janet-Rose Hinostroza, supervisora del entrentamiento de los animales en el parque. "Cuando los juntas, el guepardo mira al perro para captar alguna señal y aprende a modelar su comportamiento. Se trata de que capten la calma y la esencia de felicidad de los perros".

Según explica el medio Thought Co., el objetivo principal de la relación entre perros y guepardos es hacer que se sientan cómodos en su entorno para que los guepardos puedan reproducirse. La timidez y la ansiedad de esta especie no son favorables para conseguir su reproducción, por lo que establecer una amistad con un perro beneficia la supervivencia de esta especie a largo plazo.

Los perros que han sido trasladados al parque para interactuar con sus nuevos amigos provienen de refugios. Esto se hace con el propósito de darles un nuevo propósito y un entretenimiento en sus vidas. "Se trata de desarrollar una amistad positiva".

Un perro y un guepardo en su primer contacto | Facebook / Zoológico y Acuario de Columbia

Normalmente, el primer contacto entre estas dos especies tiene lugar cuando el guepardo cumple los tres o cuatro meses. Una vez que la relación avanza, los trasladan a un espacio que comparten donde pasan la mayor parte del tiempo juntos, a excepción de la hora de comer. "El perro es el dominante en la relación, así que si no los separamos, puede comerse la comida del guepardo, por lo que nos podríamos encontrar con un felino muy delgado y un perro 'rellenito'", explica Rose-Hinostroza.

El zoológico y acuario de Columbia ha participado en esta iniciativa y ha compartido fotografías de Emmett, un guepardo, y Cullen, el perro que le acompaña. Las imágenes reflejan la valiosa amistad entre ambos mamíferos.

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