Amor

¿Amamos con el corazón o con la cabeza? Un estudio desvela dónde reside el amor y cómo se activa

¿Dónde reside el amor? Un reciente estudio trata de arrojar luz en este asunto.

Corazón y cerebro conectados en futuristaiStock

Dicen que el amor mueve el mundo, pero ¿qué mueve al amor? ¿Es la cabeza? ¿Es el corazón? La ciencia lo tiene claro: amamos desde el cerebro. Contrario a la creencia popular, los 'asuntos del corazón' son realmente asuntos de la cabeza. Cuestiones relativas a nuestro sistema nervioso.

Una vez resuelta esta duda, nos aparece otra incógnita: ¿Qué zona cerebral se nos activa cuando amamos? Y otra, aún más inquietante: ¿Qué hace que esa zona se nos active? La respuesta es compleja, pero varios científicos de la universidad finlandesa de Aalto han dado con ella. Tal y como recogen en un estudio, publicado este lunes en la revista 'Cerebral Cortex' de la Universidad de Oxford, todo depende del tipo de amor del que se trate.

En su investigación, han medido mediante resonancias magnéticas la actividad cerebral de 55 adultos mientras se les invitaba a meditar historias relacionadas con seis tipos de amor: por los hijos, por la pareja, por los amigos, por compasión por extraños, por las mascotas, y por la naturaleza.

Se les pidió, por ejemplo, que reflexionaran sobre cómo se sintieron al ver por primera vez a su bebé recién nacido, y sobre cuestiones similares. Entre pregunta y pregunta se les planteaban cuestiones neutras, por ejemplo, sobre cómo se sentían al lavarse los dientes o al ver pasar el autobús desde una ventana.

¿Qué zonas se activan?

Los resultados de los registros de actividad cerebral evidenciaron que el amor se activa en diferentes áreas cerebrales y que, dependiendo de qué tipo de amor se experimente, se activan unas u otras zonas, y de forma más o menos profunda. Contrario a lo que plantean el cine y la literatura, no se habla ni del estómago ni de sus mariposas. Las zonas que se activan son:

  • Los ganglios basales: un conjunto de masas del hemisferio cerebral
  • La línea media de la frente
  • El precuneus: una parte del lóbulo parietal superior oculta en la fisura longitudinal medial entre los dos hemisferios cerebrales
  • La unión temporoparietal, a los lados de la parte posterior de la cabeza

¿Cuándo se activan más profundamente?

No todos los tópicos sobre el amor son falsos. Este es verdad: el amor más grande es el que se siente por los hijos. Según el estudio, ningún otro amor "activa de forma tan profunda esas áreas del cerebro", explica Pärttyli Rinne, uno de los investigadores que han participado.

Al amor hacia los hijos le siguen en intensidad: el amor hacia la pareja y el amor por los amigos. Por ese orden. "Las áreas cerebrales asociadas al amor entre personas son muy similares, y las diferencias radican sobre todo en la intensidad de la activación, que es mayor con los hijos, y algo mayor con la pareja que con los amigos", apunta Rinne.

También se recoge que el amor compasivo hacia extraños provocaba menos activación cerebral que el amor por personas cercanas.

Además, se ha averiguado que los cuatro tipos de amor interpersonal (hijos, pareja, amigos, extraños) activan áreas del cerebro asociadas a la cognición social, mientras que el amor por las mascotas o la naturaleza activa el sistema de recompensa y las áreas visuales del cerebro, pero no las áreas sociales. Aunque se destaca que el amor por las mascotas sí activa las áreas del cerebro asociadas a la cognición social a aquellos que conviven con ellas.

Mejorar la salud mental

Rinne y su equipo están convencidos de que la comprensión de los mecanismos neuronales del amor contribuirá a mejorar las intervenciones de salud mental en enfermedades como los trastornos del apego, la depresión o los problemas de pareja. Por esta razón defienden la puesta adelante de este tipo de proyectos.

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