Cambio climático
Alimentos esenciales como el café, el plátano, el cacao, la miel o el vino podrían tener sus días contados. Lo dicen los científicos, que alertan de que el cambio climático va a hacer imposible el cultivo de estos alimentos. Y ponen el año 2050 como fecha. Todavía está en nuestra mano el cambiar esta dinámica que puede ser catastrófica para la humanidad.
No es ciencia-ficción. La ciencia ha fijado 2050 como la fecha de extinción para una larga lista de productos alimenticios fundamentales. ¿La causa? Elcambio climático. En algunas regiones del planeta, como el Ártico ruso, las temperaturas en 2022 fueron 7 grados más elevadas de lo que sería normal.
En 2050, los científicos advierten que desaparecerán alimentos básicos
Si realmente tuviésemos que prescindir de esos alimentos, salimos a la calle a preguntar qué echaría más de menos.
"La miel, sinceramente, porque pienso que es un producto muy enriquecido que nos aporta muchísimo", comenta una joven estudiante de dietética. "La fruta", añade su compañera.
"Yo no concibo la vida sin el café, el vino es también muy importante sobre todo viviendo en España, que somos unos grandes productores", asegura Encarna.
La actividad humana está acelerando el Cambio Climático
"Los cambios climáticos que había antes se daban a lo largo de miles de años, y ahora se está dando en decenas de años. Esto hace que la biodiversidad en la naturaleza no pueda adaptarse y que los cambios en la humanidad vayan a ser catastróficos", explica Pedro Zorrilla, responsable de Cambio Climático de Greenpeace España.
"No solamente está en peligro, que nosotros, los países enriquecidos dejemos de tomar café o cacao; sino que los modos de vida y las maneras de subsistencia de miles de comunidades están en peligro", alerta Marta Camarena, responsable de las tiendas de Comercio Justo de Oxfam Intermón.
La subsistencia de miles de comunidades indígenas está en peligro
Pensar que algún día alimentos tan esenciales como el café, el cacao, la miel, incluso el vino, podrían desaparecer de nuestras vidas es realmente traumático. Sin embargo, cada uno de nosotros, podemos hacer mucho individualmente para intentar frenar este proceso que puede ser muy peligroso para las generaciones futuras.
"Hay muchas medidas a pequeña escala y a gran escala para evitarlo. Dejar de utilizar carbón, gas y petróleo y aumentar la producción de energías renovables. Fomentar la ganadería y la agricultura ecológica, reducir el uso de aviones, y cambiar el patrón de movilidad, tanto en los entornos urbanos como en ciudades", expone Zorrilla.
Hay que darse prisa, porque el tiempo corre en nuestra contra.