según un informe de la Organización Meteorológica Mundial
El año 2017 será probablemente uno de los tres años más cálidos jamás registrados a nivel mundial tanto en la tierra como en los océanos y se espera que este sea el año más cálido sin estar asociado a un fenómeno de calentamiento de El Niño, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial.
Así, la OMM señala que los primeros once meses del año fueron los terceros más cálidos desde que hay registros, por detrás de los de 2016 y 2015 y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha señalado que los once primeros meses del año en España fueron los más cálidos desde que hay registros. Además, la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA) señala que las temperaturas en la mayor parte de la tierra y los océanos fueron más altas de lo normal y la cubierta de hielo marino del Artico y de la Antártida siguen estando en niveles mínimos casi sin precedentes.
Se espera que este sea el año más cálido sin estar asociado a un fenómeno de calentamiento de El Niño
En este marco, el Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA (GISS) y el Servicio de Cambio Climático del programa Copernicus del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (CEPMMP) señalaron que el pasado año meteorológico (de diciembre de 2016 a noviembre de 2017) fue el segundo año más cálido jamás registrado. El científico principal de la OMM Omar Baddour, ha destacado que lo realmente importante no es la clasificación particular de un año sino la tendencia general a largo plazo del calentamiento seguida desde finales de los años 70 y especialmente la tendencia del siglo XXI.
"Aparte de las temperaturas en aumento, estamos siendo testigos de un incremento de fenómenos meteorológicos más extremos con repercusiones socioeconómicas enormes", ha añadido. La OMM combinará los conjuntos de datos de la NOAA, el GISS de la NASA y el Centro Hadley del Oficina Meteorológica del Reino Unido para realizar una clasificación consolidada de las temperaturas de 2017.
La OMM utiliza el reanálisis del CEPMMP y del Servicio Meteorológico del Japón con una gama mucho más amplia de datos de entrada, incluidas mediciones satelitales, lo que ofrece una mejor cobertura de las regiones polares, donde las observaciones son históricamente escasas. También, la NOAA ha añadido que el mes de noviembre de 2017 ha sido el quinto más cálido desde que hay registros, mientras que la NASA y el Servicio de Cambio Climático del programa Copernicus del CEPMMP consideran que fue el tercero más cálido.
Las condiciones características de La Niña prevalecieron en el océano Pacífico tropical durante el mes de noviembre de 2017. Según se indica en el último Boletín de la OMM, se prevé que durante el invierno del hemisferio norte persistan las condiciones típicas de un episodio débil de La Niña. Uno de los elementos que indican el rápido cambio climático regional en el Ártico y sus inmediaciones es que la temperatura media observada en la estación meteorológica de Utqiagvik, cerca del punto más septentrional de América, ha cambiado tan rápidamente que ha puesto en marcha un algoritmo diseñado para detectar cambios artificiales en la instrumentación o el entorno de una estación y se autodescalificó del análisis de la temperatura de Alaska del Centro Nacional para la Información Ambiental (NCEI).
Por otro lado, otro análisis del mismo servicio de Copernicus, en el resto del Artico la temperatura registrada en noviembre fue de más de 6 grados centígrados superior a la media en determinadas zonas de Svaldard, igual que en el mes de octubre, al tiempo que las temperaturas en el Artico siguen aumentando al doble del ritmo al que aumenta la temperatura mundial. Otro informe de la NOAA observa que la tendencia de calentamiento que transforma el Ártico persistió en 2017 y esto dio lugar a las segundas temperaturas atmosféricas más cálidas, por encima de la media de las temperaturas del océano, pérdida de hielo marino y una gama de efectos humanos, oceánicos y ecosistémicos.
El informe titulado 'Arctic Report Card 2012', del que se ha publicado la duodécima edición este año, es un informe revisado por especialistas que recopila el trabajo de 85 científicos procedentes de 12 países. "Aunque en 2017 se batieron menos récords que en 2016, en el Artico no hay indicios de que pueda volver a ser la región helada por antonomasia de hace décadas", señala el informe. En la misma línea el Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana, afirma que el récord de temperaturas medias mundiales del año pasado, el calor extremo registrado en Asia y las aguas inusualmente cálidas en el mar de Bering no habrían podido darse sin el cambio climático de origen humano.
El editor jefe del Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana, Jeff Rosenfeld, considera que este informe representa un "cambio decisivo", ya que hace años que los científicos saben que los humanos están cambiando el riesgo de que se produzcan algunos fenómenos extremos. Si bien, añade que el hecho de que se hayan detectado múltiples fenómenos extremos que no hubieran sido posibles sin la influencia humana "deja claro", según Rosenfeld, que se están experimentando "nuevas condiciones meteorológicas" porque los seres humanos han "creado un nuevo clima".