EN CLAVE NACIONAL
Strauss, Chaichovky o por ejemplo Brahms se colaron en est hospital gracias a la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Por un día goteros, y vías compartieron protagonismo con batutas, chelos, tubas o violines...y los escenarios de los auditorios más importantes fueron cambiados por el hall de un centro hospitalario. Al son del Danubio Azul o por ejemplo el Cascanueces los pacientes olvidaron por un momento sus dolencias y reconfortaron el alma tras largos días de ingreso.
No hicieron falta interpretar demasiados temas para meterse al público en el bolsillo y de repente la Orquesta Sinfónica incrementó el número de miembros. Violinistas que hacían magníficos solos como una grandes virtuosos, y nuevos directores que dirigían con maestría en pijama y con sueros. Una curiosa iniciativa que de manera altruista lleva a cabo por seguno año consecutiva la Sinfónica de Tenerife, dinamizar el día a día hospitalario de una manera diferente.