MURIERON ASFIXIADOS
Una mañana dura con goteo incesante de personas que querían despedirse por última vez de los pequeños. El momento más duro, cuando el cuerpo de la niña, de Tindaya, era incinerado, y su padre y familiares más cercanos abandonaban el tanatorio…La madre pasaba la noche en el calabozo de la Policía Nacional, tras abandonar la unidad de psiquiatría. Según publican algunos medios, al parecer confesó que los había matado sin inculpar, de momento, a su pareja, por la que sentía devoción y practicaba la santería, por eso no se descarta la posibilidad de un suicidio colectivo.En esta casa era donde realizaba los rituales y desde hacía una semana no recibían a nadie. Algo que llamó la atención de los vecinos. La pareja de Sonia y padre de Joseba continúa ingresado.