BENIJO Y EL DRAGUILLO
Parte de este tramo se vino abajo hace ya más de un año por los corrimientos de tierras que provocaron las aguas, y quedó en tan mal estado, que los propios vecinos se vieron obligados a apuntalar la zona, para evitar, que el resto de la carretera se derrumbase, pero un año y medio después, los puntales ya no están.Los vecinos de la zona confiesan sentirse abandonados por el ayuntamiento y temen que de nuevo el invierno, traiga lluvias y corrimientos de tierras, que los vuelvan a dejar incomunicados.No es el único peligro que existe, a lo largo de todo el camino, la carretera está sepultada por varios centímetros de tierra, lo que supone un grave peligro para senderistas, vecinos y vehículos.