Cumbre Vieja
El derrumbamiento de las paredes interiores preocupa por los posibles escenarios que se pueden generar a partir de ahora y han dejado una instantánea completamente diferente a la de hace unas horas
El colapso del interior del cono principal del volcán de Cumbre Vieja ha generado un paisaje totalmente diferente al que se ha visto hasta ahora. Ocurría en la tarde de ayer, cuando las paredes del mismo se vinieron abajo provocando una nube negra y un humo ascendente hacia el cielo de La Palma que ha preocupado aún más a los científicos.
La sismicidad de la isla tampoco ayuda. Y es que, en las últimas 24 horas se han registrado más de dos docenas de terremotos muy seguidos. Alguno, como el vivido esta pasada madrugada, con una magnitud de 4.8 puntos. Sin embargo, a pesar de que el número se ha reducido ligeramente, la intensidad es mayor.
A esto hay que sumar la tasa emisión de dióxido de azufre, la cual se encuentra en picos elevadísimos a 50.000 -53.000 toneladas por día. Unos datos que confirman que el volcán está lejos de apagarse. Aunque no quiere decir que esto no pueda ocurrir.
En términos generales, las autoridades y expertos prevén dos escenarios: que aumente el canal de lava o que se cierre y se abra una nueva boca. Una segunda opción, la apertura de una grieta adicional, que sería más preocupante si cabe en el caso de que cambiase la dirección de la colada.
No obstante, para que esto ocurra habrá que esperar a que se sucedan los acontecimientos. Por el momento el volcán de Cumbre Vieja ha cedido y las paredes interiores del cono principal se han desplomado hacia el fondo ardiente del mismo. La imagen actual poco tiene que ver con la de hace unas horas; que vuelva a variar en un tiempo sólo se sabrá en su momento.