RELACIONES USA-ESPAÑA
España es ahora mismo una pieza clave en el escudo
antimisiles de Estados Unidos gracias a la base de Rota. Muchos trabajadores en
la zona de Cádiz dependen de esta especial colaboración militar. Y no se
esperan cambios en su trabajo, dice un sindicalista..
Pero en otra base, la de Morón, sí temen que a Trump se le ocurra, por ejemplo, echar a los empleados españoles para sustituirlos por estadounidenses. Por si acaso, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, exige que se cumplan las condiciones y la carga de trabajo acordadas. Está por ver qué pasa con eso.
También con Palomares. Porque 50 años después del baño del entonces ministro Fraga, para demostrar que no había peligro tras la caída, por colisión de dos aviones militares, de cuatro bombas termonucleares, España acaba de conseguir que Estados Unidos se comprometa a limpiar el suelo contaminado en el año 1966. Sin embargo, el acuerdo lo cerró el jefe de la diplomacia de Obama, y nadie sabe ahora si Trump tiene intención de respetarlo.
En realidad, lo que nadie sabe es cómo va a ser el conjunto
de las relaciones con el nuevo presidente de Estados Unidos. Pueden ser como en
los tiempos de los pies en la mesa de Aznar con Bush... o como en los del
desplante a la bandera de Zapatero. Aunque lo más normal es que se queden en
algo a medio camino. Algo como lo que logró recomponer el trabajo de Rajoy
primero y de los Reyes después. Y que concluyó con la visita de Obama a España
hace sólo cuatro meses.
Para empezar a saberlo, aún habrá que esperar. Salvo cambios
en sus agendas, Rajoy y Trump no se van a conocer hasta la cumbre de la OTAN en
Bruselas en primavera.