EN SACRAMENTO, CALIFORNIA
Dorothea Puente fue una asesina en serie condenada a cadena perpetua en los años 90, por matar a siete ancianos y enterrarlos en el jardín de su casa.
La asesina, utilizaba su hogar como geriátrico, para después matar a sus pacientes y quedarse con su dinero. En la década de los 90, la Policía desenterró siete cuerpos de la parte delantera de la casa.
Ahora, esa casa ha sido abierta como atracción turística en Sacramento, California, para recaudar fondos para una asociación sin ánimo de lucro que recauda dinero para restaurar casas en barrios del núcleo central de la ciudad.
Durante el recorrido, los turistas pueden recorrer toda la casa, incluso la sala en la que la asesina drogaba y mataba a sus víctimas, que cuenta con una estantería, un sofá cama y dos alfombras.
Además, en el porche trasero se encunetra un maniquí femenino que representa la figura de Puente, vestida con un abrigo rojo y una pala en la mano.
Puente fue condenada en 1993 a cadena perpetua por tres asesinatos, pues el jurado no llegó a ningún veredicto sobre los otros seis cargos de los que se le acusaba. Murió en prisión en 2011 a los 81 años.