Pirelli cede a Red Bull y cambiará sus neumáticos en Canadá

Red Bull lleva muy mal ver como su piloto estrella se queda fuera del podio. Cuando uno se acostumbra a ganar y no lo hace, intenta saborear de nuevo el triunfo como sea. En la escudería liderada por Sebastian Vettel tienen clara la estrategia: eliminar su principal punto débil. Hay que cambiar los neumáticos.

Tanta es la presión que están metiendo a Pirelli, que el jefe supremo del equipo, Dietrich Mateschitz ya ha soltado un par de perlas. Para el capo de los 'toros azules', se está desvirtuando la competición, porque según él, "ahora los pilotos ya no se concentran en rodar a tope, sólo están preocupados de cuidar sus gomas". Y no se queda ahí. "Si fuéramos a tope, deberíamos parar ocho o diez veces por carrera", ha añadido.

Es curioso que se quejen tanto de los neumáticos ahora porque, en Baréin este mismo año, Vettel ganó, los neumáticos eran los mismos que los de ahora y no se oyó ninguna queja. Es más, en el GP España del 2011, Vettel venció haciendo cuatro paradas en boxes, exactamente igual que este año, y nadie dijo esta boca es mía.

Pirelli intenta defenderse argumentando que, si lo que quieren es volver a carreras aburridas y con pocos adelantamientos, por ellos perfecto pero recalcan que llegaron a la F1 para beneficiar el espectáculo. Tanta queja ha hecho mella porque Pirelli va a revisar sus neumáticos y dentro de dos carreras, en Canadá, llevará gomas diferentes.

Cualquier cosa para que Vettel rompa su maldición. El alemán lleva sin ganar en suelo europeo desde el GP Italia del 2011. Demasiado tiempo. Ahora habrá que esperar a la reacción de los principales perjudicados: Ferrari y Lotus. El culebrón no ha hecho más que empezar.