DE NUEVO DOS ESPAÑOLES EN Q3

Hamilton vuela para lograr la pole en Silverstone con Sainz séptimo y Alonso noveno

Lewis Hamilton ha mostrado el poder que tiene el Mercedes en sus manos y se ha sacado un tiempazo para lograr la pole en el GP de Gran Bretaña. El inglés ha demostrado por qué es él el tricampeón del mundo y se ha marcado un vueltón brutal para superar a Rosberg en la Q3. Sainz y Alonso, gracias a la sanción a Vettel, salen séptimo y noveno respectivamente.

Hamilton se ha cansado de luchas. Se ha cansado de peleas, de toques, de guerras internas. Tras el incidente entre él y Rosberg en la última vuelta de Austria, Lewis ha sacado a pasear su 'hammertime' en el GP de Gran Bretaña y ha volado en casa para lograr una pole y para mandar a Nico un mensaje de que él es el campeón. Primera plaza de la parrilla en Silverstone para él en otra gran actuación de los españoles, con Sainz y con Alonso repitiendo Q3.

No le pudo la presión a Lewis. No le hizo efecto el hecho de correr en su país, la polémica de hace pocos días con Rosberg, y tampoco el que su primera vuelta en Q3 se viera borrada por saltarse los límites de la pista en la curva 9. Ni tan siquiera el hecho de que Nico le superara en Q1 hizo mella en su confianza y en su moral. En cuanto sacó el martillo, en cuanto llegó la Q2, Hamilton resultó una bestia insuperable.

Una que parecía tener entre manos un avión más que un coche de F1. Buscando cada resquicio del asfalto, cada opción de ganar unas milésimas a Rosberg. Y milésima a milésima, le metió casi cuatro décimas al final. Un final que bien puede ser el comienzo, o la continuación, de la remontada que Lewis está llevando a cabo en un Mundial que empezó flojo pero que cada vez recuerda más a sus habituales exhibiciones de las últimas temporadas. Menuda vuelta que se marcó ante su afición...

Alonso y Sainz, de diez
Y menuda vuelta también la que se sacó Fernando Alonso en la casa de McLaren. En la casa de una escudería que ha vivido tiempos mejores pero que poco a poco asoma la cabeza. No ayudó el prematuro adiós de Jenson Button en Q1, pero el asturiano fue esta vez quien tiró de los de Woking. En la mítica pista de Silverstone, Fernando sacó todo el poder de Honda, del renovado y mejorado motor Honda, para superar en intensa lucha a algunos motores Mercedes como el Williams de un desacertado Massa y al Force India de Sergio Pérez.

Porque a pesar de que parecía imposible, el bicampeón lo logró. A pesar de que cuando ya ondeaba la bandera a cuadros en Q2 estaba fuera, finalmente se coló dentro con el noveno mejor tiempo. Al final le pudieron las ganas y el buscar todo lo que se podía buscar en el asfalto para dar con la vuelta perfecta, y los comisarios le quitaron su último giro de Q3, que le habría colocado séptimo, por saltarse los límites de la curva 15.

Eso le habría puesto por delante de Carlos Sainz, que apenas le sacó medio segundo a Daniil Kvyat con el mismo monoplaza. El madrileño estuvo excelso en su enésima demostración en la F1 para los equipos más punteros de la parrilla. En su enésimo mensaje de que él puede liderar un proyecto ganador, aunque en Renault no hayan dado con la clave y aunque en Ferrari hayan apostado por un hoy nervioso Kimi Raikkonen. Fue noveno, pero sale séptimo por la sanción de cinco puestos a Vettel por sustituir caja de cambios y la anulación de la vuelta a Hulkenberg.

Hamilton, ante su público para la remontada
Así pues las fichas están ya colocadas en un circuito en el que adelantar es posible y en el que los monoplazas y pilotos disfrutarán del calor y la pasión de una de las aficiones con más solera y tradición de la Fórmula 1. Lewis Hamilton está en casa, en Gran Bretaña, y en Silverstone está ante otra opción para voltear el Mundial a su favor.

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