EL ASTURIANO SE CORONÓ COMO BICAMPEÓN EN BRASIL 2006

Se cumplen diez años del segundo Mundial de Fórmula 1 de Fernando Alonso

Diez años han pasado ya desde que Fernando Alonso levantó su segundo y hasta ahora último Mundial de F1. Tal día como hoy, un 22 de octubre de 2006, el asturiano entró segundo por la línea de meta de Brasil y derrotó así, con su Renault R26, al Ferrari del todopoderoso Michael Schumacher. Siete victorias cosechó Fernando en ese curso, que terminó con 134 puntos en su haber.

Hasta que llegó él, parecía una utopía que un español ganara un Mundial de F1. Pero lo hizo, en 2005 lo hizo, y lo cierto es que tras ese año nos empezó a malacostumbrar. Porque Fernando Alonso no se conformó con un título, él quería y quiere más. Y como quería más, en 2006 consiguió la más difícil todavía: levantar su segundo entorchado mundialista y poner su nombre en la pequeña lista de bicampeones del mundo. Tal día como hoy, un 22 de octubre de 2006, el asturiano conseguiría en Brasil su segundo Mundial de la mayor competición de monoplazas del mundo.

Lo hizo en una temporada en la que nada más empezar ya dijo que se iría de Renault rumbo a McLaren. Y lo hizo con un coche, un R26, que fue posiblemente uno de los dos o tres mejores monoplazas que Fernando ha podido tener entre manos. El bólido azul no lo tenía fácil, porque si en 2005 fue Raikkonen su mayor rival en esta ocasión sería nada más y nada menos que Michael Schumacher, heptacampeón del mundo que quería recuperar lo que Alonso ganó un año antes.

Pero se encontró con un Fernando sublime, y con un coche que parecía ser uno con el piloto asturiano. El dominio que el monoplaza azul y Alonso tuvieron durante la primera mitad del campeonato fue aplastante, y aunque Ferrari se recuperó en la segunda parte lo cierto es que el español culminó una temporada excelsa. De las 18 carreras, Fernando se subió al podio en todas las pruebas que completó salvo en Alemania y Estados Unidos, con dos quintos puestos, y sólo abandonó en Hungría e Italia.

Sin embargo, en la última carrera del año, la de Brasil, aún no había nada decidido. Le bastaba con ser octavo, pero terminó en segundo lugar tras Massa y por delante de Jenson Button y de su Honda. Además, todo se iluminó para Fernando cuando Schumacher, en su adelantamiento a Fisichella, se tocó con él y terminó pinchando un neumático. A pesar de dicho accidente, el Ferrari tiró al máximo para acabar en cuarto lugar. Un total de 134 puntos tuvo el ya bicampeón, aventajando en 13 al Kaiser.

La medalla de plata en Interlagos le valió a Alonso para volver a gritar de júbilo y para colgarse el bicampeonato. Para reeditar el título logrado un año antes y para bajar a la tierra al más laureado de todos los tiempos en la F1: Michael Schumacher. Diez años han pasado ya, diez años en los que Fernando sigue buscando el camino a un nuevo Mundial para codearse con los tricampeones. Para volver a poner a la F1 española en un lugar al que solo él ha llegado.

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